— ¡Hola! ¿me das un beso? —pidió la rubia tomando las manos del chico con esperanzas de que este aceptara.
— P-Pero... Si no nos conocem-
— Me llamo Lucy, tengo exactamente séis añitos con cinco meses —dijo demostrándolo con sus manos— y... quiero que me des un beso.
Lucy no se había dado cuenta de lo que estaba haciendo, pero de lo que sí, es que ese día había conocido a su mayor deseo.
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La chica sonrió al ver ese pelo rosado que tanto amaba, la que la había "enamorado" —según ella— completamente.
Tomó su pequeña mochila, la cual era nueva —era su regalo de cumpleaños— y caminó hacia él, con confianza.
— Natsu. —le dijo "seriamente" al chico poniendo sus manos en su cintura— Hoy cumplo ocho.
— ¿Y por qué me dices a mí? —respondió el pelirosado.
— ¡Mi regalo, señorito! —trató de sonar divertida.
— Nunca te daré un beso, Lucy, acéptalo.
El corazón de la rubia se iba rompiendo cada vez más.
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— Natsu. —sollozó la rubia por milésima vez— Mamá ya no está. Mamá se fué al cielo.
— Lucy, lo siento, ahm... —Dijo sin saber que responder el chico— Dios, no sé que decir... Lo lamento...
— Dame mi beso de consuelo...
— Y-Yo... —se alejó sin decir nada, «para no dañarla» pensó el.
Pero él sabía muy bien que la dañaba.
Con sus palabras y acciones.
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Era tres de marzo y los niños habían entrado a la escuela. Sus padres —o padres y madre— estaban felices, ya que por meses ya no tendrían a los revoltosos niños con ellos.
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—Natsu. —exclamó la rubia corriendo a abrazarlo— ¡Te extrañé! ~
— Iugh, —exclamó asqueado— no me toques.
La rubia se quedó en blanco.
— P-Pero... ¿Y-Y mi beso? —protestó levantando sus labios.
— ¡Por Kami-sama, Heartfilia! —Reclamó alejandose de ella— ¡Nunca te daré un beso! ¡Eres fea, torpe y además ni tienes ropa linda!
— E-Está bien. D-Después de todo... Y-Ya no hay esperanzas.
Y ella tenía razon; ya estaba perdiendo las esperanzas.
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Lucy no había ido al colegio el año completo. Y eso los preocupaba a todos.
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El pelirosado presionó con más fuerza el acelerador, el hielo estaba tapando su vista y no podía respirar bien.
Al llegar al hospital, preguntó rápidamente por la paciente Heartfilia.
Y al instante en el cual le respondieron, él corrió y corrió hasta llegar a la habitación de su linda acosadora.
Odiaba verla pálida. Odiaba verla con millones de cables conectados en su cuerpo. Lo odiaba.
Y quizás, era hora de cumplir su sueño.
Por que más adelante probablemente ya no podría.
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Ya era el día.
Había dormido en el hospital para esperarla, se lo había prometido a si mismo.
Juntó aire, tomó las pálidas manos de la chica, revisó si había alguien y finalmente...
La besó.
En ese momento, el deseo de Lucy se había cumplido; pero ella no estaba consciente para saberlo.
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Los roncos sollozos de un chico se escuchaban. El frío y las gotas de lluvia se sentían a kilómetros, era un día triste.
Se arrodilló frente a la tumba de la chica, la cual tenía flores y peluches. «Lucy Heartfilia. X773 — X791» se leía en aquella tumba. Sus ojos se aguaron y con tristeza murmuró:
—Te extraño, Lucy.
Y ahora, lo único que podía negar era que Lucy había muerto.
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Hodi de nuevo! Bueh, espero que les guste este one-shot reescribido y más largo(??). Muchas gracias, los loveo a to2 uwu.
~Day.
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Bésame, Natsu. → NaLu ←
De TodoDonde Lucy siempre le pedía a Natsu que la besara, pero el cada vez que ella se lo pedía, decía que no.