Shai, La Maestra Tierra

Capítulo #3

Una hora más tarde, Shai se encontraba en el vehículo de camino al aeropuerto, su amigo Curtis iba en el asiento del conductor.

— ¿Por qué rayos hay tanto tráfico? Perderé mi vuelo — dijo Shai bastante irritada.

— No lo sé, debe haber un accidente o algo que no permita que avancemos

Hubo un corto silencio entre ellos, solo se escuchaban el sonido del claxon de los otros vehículos, queriendo apresurar el tráfico.

— Me cansé, iré a ver que pasa — Shai salió de prisa del vehículo sin darle tiempo a Curtis de detenerla

— ¡Shai! — el pelinegro no sabia que hacer, si esperarla en el vehículo o seguirla. Optó por lo segundo.

Hecho un manojo de nervios, se bajó del vehículo y corrió en la dirección que había ido su amiga.

Cuando por fin Curtis la alcanzo, sin tiempo de articular palabra, un hombre que se encontraba más adelante de ellos los interrumpió con un grito que el oji-azul no pudo entender pero Shai si. El hombre corrió despavorido por su lado, y cuando se percató, mas personas se bajan de sus vehículos y corrían en dirección contraria.

— ¿Qué dijo? — Pregunta Curtis

— Granada... — respondió ella, sin dejar de ver a la gente que corría hacia ellos.

— ¿Qué? — pregunta el moreno ya que no había logrado entender debido al griterío de las personas.

— ¡Granada! ¡Una maldita granada! — espetó en un grito, empujando al chico con todas sus fuerzas para que regresarán al vehículo, Curtis la miro horrorizado — ¡Corre, maldita sea!

Pero no alcanzaron a llegar lejos, la granada explotó muy cerca de ellos, el hombre que hace unos segundos gritaba y corría por su vida había quedado tendido en el suelo con quemaduras visiblemente graves. Shai quedo aturdida por la explosión, estaba llena de polvo y escombros debido a la explosión pero como pudo se levantó y clavo sus dedos con fuerza en la camisa del maestro agua para ayudar a levantase, se escucharon decenas de disparos haciendo que más personas salieran de sus vehículos a toda prisa para huir de ese lugar.

La chica buscó refugio en la pared de un edificio un poco alejado de donde provenía el caos, dejó a su compañero apoyado en lo que él reaccionaba. Se separó un poco y usando su tierra control creó varios pilares y un techo improvisado de tierra en el edificio de enfrente que estaba a punto de desmoronarse y soterrar a al menos una docena de personas.

- ¡Vayan a un lugar seguro! - gritó - ¡Ahora!

Las personas llenasde pánico corrieron hasta lograr alejarse. Los disparos siguieron, dejando cadáveres por toda la calle, ella por instinto se toco el hombro buscando su intercomunicador y pedir refuerzos, pero ya no lo traía con ella, regresó donde Curtis que se veía desorientado buscándola con la mirada.

— ¡Curtis tienes que pedir refuerzo! ¡Ya! — dijo Shai alterada.

— Si — dijo todavía aturdido por el impacto, aun así, tomó su intercomunicador con prisa.

— ¡Hazlo! — Shai comenzó a correr en dirección de los disparos

— ¡Shai! ¡Espera! ¿Qué haces?

— ¡Quiero ver a quien nos enfrentamos! — respondió sin dejar de correr. Aunque en el fondo sabía quienes eran. Sacdes.

Shai se ocultaba entre los escombros, edificios y algunos vehículos para llegar un poco más cerca, de pronto alguien la pillo por detrás, sin pensarlo saco su arma que aún llevaba en el cinturón y se giró