El Elixir (OneShot-Bubbline)

One-Shot

Sangre, en aquel entonces esa era la única base de mi dieta, un manjar para el paladar, claro que después de tanto tiempo consumiéndola ya no me interesaba la sangre de cualquiera, buscaba algo diferente, algo nunca antes probado.
De la nada empecé a sentir un olor exquisito que venía desde el centro de la ciudad que aparecía en el día y desaparecía por la tarde, no parecía ser una persona que saliera de noche, eso y el hecho de que siempre y en cada momento esa fragancia de ensueño se encontraba rodeada de olores corrientes, frustraban todos mis intentos de atacar, así fue que tuve que esperar tomando solo insignificantes "bocadillos" de medianoche.

Cinco años después el olor se fue de la ciudad sin dejar rastro, sentí que todas mis esperanzas de tomar ese elixir prohibido se habían marchado, ni siquiera había podido conocer a la persona a quien le recorría las venas esa sangre tan especial. Volví a alimentarme de sangre ordinaria, ya que me había convencido a mi misma que todo aquello fue un producto de mi imaginación guiada por mi apetito por algo diferente a lo usual, me di cuenta de que los humanos siempre serán humanos, no importa como lo mires, su corazón podrido bombea sangre desagradable y sucia, no hay posibilidades de que un humano tenga la sangre tan pura.

Una noche cinco años más tarde volví a percibir ese aroma dulce que me llamaba diciendo algo como "Marceline, ven por mí, succióname de este frágil cuerpo y deléitate con mi sabor", pensé que esta vez había enloquecido y decidí ir a donde ese olor se encontraba, para mi sorpresa al llegar allí me encontré con una mujer ordinaria, no estaba equivocada esta vez, el olor provenía de ella, me sentí un tanto confusa, no sabía qué era lo que quería encontrarme, pero si sabía que era lo que no imaginaba encontrarme, me pregunté una y otra vez qué era lo especial en ella si yo ya había drenado la sangre del cuerpo de muchas otras mujeres. Me acerque a aquel banco, en aquella plaza donde la joven que había captado mi atención.

-Está muy oscuro aquí y es peligroso-le susurré a la vez que me sentaba a su lado, y en repuesta de mi comentario ella me regalo un sonrisa, una sonrisa que parecía iluminar hasta los rincones más profundos y oscuros de mi ser.

-Ésta es mi primera noche en esta ciudad después de cinco años fuera de ella, solía venir a menudo aquí cuando era niña y no pude esperar a que amaneciera para volver, no ha cambiado nada-dijo, sin dejar de sonreír.
"¿Niña?, claro niña, ella era niña la primera vez que la percibí, por eso no salía de noche y por eso mismo nunca dejaba de estar acompañada" todo ese pensamiento paso fugaz por mi mente en milésimas de segundos.
-Mi nombre es Marceline, ¿cómo es el tuyo?-le pregunté.

-Bonnibel-respondió

Al oír su respuesta en mi cabeza surgió una incógnita"¿por qué le estaba preguntando su nombre a mi presa?, es como si un humano preguntara el nombre del cerdo antes de comerlo, era algo sin sentido" aún así decidí que me gustaría saber el porqué de que ella tuviera tan dulce olor y continué con el interrogatorio.

-Bonnibel es un hermoso nombre, Bonnibel, ese nombre me suena de algún lado- dije y luego le pregunté- ¿eres alguien de renombre?.

-S.sí- respondió a la vez que giraba su mirada hacia el suelo al darse cuenta que yo no apartaba la mía de ella-mis padres son dueños de "Candy Kingdom".

-¿La más grande y famosa fábrica de dulces?, así que era eso- le dije, sin darle tanta importancia, provocándole un sensación de alivio.

Otra pregunta se formuló en mi mente " ¿era ese el motivo del olor dulce que provenía de su sangre?" esa respuesta no me convenció y decidí seguir hasta encontrar otra respuesta, así fue como hablamos y hablamos sobre muchas y muchas cosas, pero se hacía tarde y la señorita debía irse, simpáticamente ella se despidió de mi con una sonrisa, quedamos en vernos al otro día a la misma hora allí mismo, "¿una cita?" pensé, y me eché a reír.

﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Espero que haya sido de su agrado. Me gustaría saber su opinion.