#1 Mi Nueva Compañera

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Estaba en el internado durmiendo. Eran las 7 a.m de un Sábado cuando oigo a alguien entrar a la habitación. Era una chica mas o menos de 1.75. Era de pelo castaño claro y ojos verdes. Llevaba un vestido floreado y unas zapatillas cafés. Traía una maleta en la mano. Me senté en la cama y le pregunte:
-¿Quién eres?¿Qué traes en esa maleta?¿Planeas matarme y luego meterme en esa cosa? -grité mientras la amenazaba con mi cepillo de pelo.

-Lamento decirte que, aunque lo intente no te metería en mi maleta. Pero gracias por la idea, la tendré en cuenta cuando te mate. Broma, solo vengo a instalarme -dijo ella.
Yo seguía con mi cepillo de pelo en la mano aunque no hiciera el menor daño. Aunque mi cepillo podría ser una excelente arma.

Me levante de la cama para ponerme mis Crocs mientras  ella se me quedó viendo con una cara de rareza que me causo mucha gracia.
- ¿No pensarás golpearme con ese cepillo?
-Solo si intentas matarme...
-No está en mi lista de cosas por hacer hoy, pero quizás mañana.

Mi piel se puso como gallina al escuchar eso.

Ella empezó a abrir su maleta y yo asustada le tire el cepillo, pero con mi terrible puntería le paso por encima de la cabeza.
- Vaya, si que eres mala defendiéndote. Cálmate chica solo iba ha sacar mis cosas ,soy tu nueva compañera.

Le lance una risa nerviosa.

《Por Dios me matará en la noche》

Rápidamente me quite uno de mis Crocs por si acaso.

-Oye, en serio no te matare.

Me congele al escuchar eso de Stephanie, ya que yo solo lo había pensado, tal vez solo fue una coincidencia.
Creo que en mi cara se debió notar el miedo mezclado con la gracia que me causaba esta conversación.
Ella me dedico una mirada y sin decir nada salio de la habitación.
Yo me quedé en ahí, paralizada con uno de mis Crocs en la mano
Lastimosamente era muy tarde para conseguir otra compañera.
Solo había una libre pero al verme despeinada y desarreglada decidió irse con otra alumna.

-No inventen...- me dije en silencio, pero aparentemente la directora me oyó y se me quedo viendo.
-Mi vida es un porquería- dije un poco más alto.
-Tranquilicese - me regañó la directora.
-No puedo, ni quiero.
-¡Pues entonces estará castigada!
-Pues castigueme, mi vida ya es una porquería de todas maneras querida directora.
-No crea que puede venir aquí y hablarme así.
-Usted no es mi madre ni mi padre ¡¿me oye?!
-No estoy sorda
- Si, claro.

Me retire muy enfadada del despacho de la directora.

Una vez fuera escuche gritar a una chica en el pasillo, traía cabello rojo hasta la cintura y se veía bastante enojada.

-¡No es ningún delito el defenderme de mi compañera de cuarto!- grito exasperada

Decidí seguir a la chica de cabello rojo. Llego a un locker y lo abrió. No tenia el mejor aspecto pero seguía sirviendo.

«Vaya tal vez no era la única que tenia problemas en el internado.»

Se dio cuenta de que la estaba observando y al verme sonrió.

-Si nunca te peleaste con la directora, es porque eres un ángel o lo bastante aburrida para no hacer nada interesante. -dijo cerrando su locker de golpe- soy Hanna, ¿Cuál es tu nombre?

Me que dé callada por un momento hasta que le respondí.

-Elizabeth, me llamó Elizabeth

No tenia nada que hacer, así que volví a mi cuarto, saqué un libro del cajón de mi mesilla de noche y me puse a leer.

Cuando quise volver al mundo real, ya era hora de cenar. Entré en el gran salón lleno de largas mesas y le indiqué a mi nueva compañera psicópata donde debía sentarse. No tenia hambre, así que no cené nada.

Luego volví con Stephanie a la pequeña habitación que compartíamos. No me apetecía entablar conversación con mi compañera, por lo que me dormí en vez de leer como solía hacer.

Tuve un extraño sueño en el cual yo estaba en un frondoso bosque, era de noche y había niebla. Yo caminaba sin rumbo con un camisón blanco, iba descalza. Llegaba a un prado en el cual había un gran espejo. En el espejo yo no me reflejaba, se veían criaturas místicas y abominables, me daba la vuelta, pero detrás de mi no había nada ni nadie.

De pronto me desperté, eran las 4 de la madrugada y ya no podía dormir.

Detras De Un EspejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora