Capitulo 1

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Estabamos buscando un lugar donde acampar con los cabros y vimos un lugar terrible bonito.

-Chiquillos les parece si acampamos aqui? - dijo el Nico que tenía la pura cara de cansao'.

-Dale, esta bueno el lugar - dijo el judio.

- Nico mi amor vamo' a dormir? - dijo el Jaime con tono gay.

-No te pongai gay, mongolico culiao, hoy no.

-Hay no te enoji si sabi' que igual me amai.

Y el Jaime se lanzó a darle un "beso" al Nico.

-No me wei.... no! JAIME maricón.

Mientras el Nico se trataba de safar del agarré del Jaime, todos estabamos cagaos de risa.

Después de armar las carpas, comimos pero el Yelo no estaba.

-Oye Edgar, weon por que no vay a buscar al Yelo, no se valla a perder el culio - dijo el drogadicto del Bestia.

Asi que hice lo que me dijo mi buen amigo, sali a buscar al Manu.

-Manu!!, Manu!!, Manu!!.

Grite y nada, segui caminando hasta un acantilado que estaba muy cerca de una playa, y fue en ese lugar donde lo encontre.

-Hey Manu, ¿que haces aqui?

-Miro el paisaje.

-Ven, vamos, tienes que comer.

El hizo caso omiso a lo que le dije y se empezó a sacar la polera, luego las zapatillas y por ultimo los calcetines.

Después camino hacia la orilla del acantilado.

-Hey!, alejate de la orilla!

-Vamos, no me va a pasar nada, no te asustes.

-No me asusto... solo me preocupo por ti.

-Entonces no te peocupes.

-Dejare de preocuparme cuando te alejes de la orilla.

-No lo haré.

-Haslo!

-No.

Y esa palabra fue la ultima, antes de lanzarse del acantilado.

Dos EspejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora