«Capítulo 2» Primer día de clases

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Narra Harry:

Me tire en la cama dando un gran suspiro, ¿Una chica podría robar tus pensamientos con solo sus ojos? Pues sí, aquella extraña chica me tenía loco, acaricie con mis dedos el pequeño brazalete de oro y examiné cada uno de sus dijes y me la volví a colocar, es lo único que tenia de ella. Esos ojos marrones y esa gran sonrisa no salían de mi cabeza. En su mirada, había algo, no sé qué, pero eso me tenía como un estúpido.

Louis entro como una fiera a mi habitación y yo me sobresalte.

- ¿Pero qué…? – Me senté sorprendido. – Calma tu ansiedad, ¿vale?

- No hay tiempo para eso, tengo una cita con Kate, esperé casi un año por esto. – Dijo el castaño.

- Wow, que bueno, me alegra por ti – dije sonriendo y lo abrase. – Pero solo pregunto, ¿Quién hace el papel de chica aquí? Te comportas como una.

Louis río con ironía. – No me sorprende tu nivel de estupidez hermano.

- Lo que digas, vamos por un lindo vestido – lo empuje hacia el pasillo.

- Púdrete Styles.

- Yo también te quiero Tomlinson. – Sonreí.

- Oye, ¿volviste a saber algo de la chica? – apunto hacia mi muñeca.

Louis era mi mejor amigo, ya lo sabía.

- No, aún no, pero ni siquiera sé su nombre y tú pretendes que la vaya a encontrar – dije en un tono pesado, esto es triste.

- Lo harás, yo lo sé.

- En serio, para. Comienzo a dudar que el hombre aquí sea Kate y no tú.

Louis no dijo nada pero recibí en gran golpe en la nuca.

- Está bien, está bien, me callo.

Narra Jane:

Luego de jugar con la pequeña, esta se quedó dormida en los brazos de Liam, la llevamos a su cuarto y fuimos al mío, nos sentamos en la gran alfombra a bromear y hablar de todo lo que hicimos luego de separarnos.

- Así que… ¿mañana ya comienzas de nuevo en el internado?

- Así es, y con que no vayas siquiera un día al menos a visitarme te mato ¿oíste? – dije entrecerrando mis ojos y evitaba no sonreír.

- ¡Si mi capitán! ¡Lo que ordene! – Dijo mientras se paraba recto como un soldado, yo no pude evitar reír.

- Bajemos, pronto vendrán mis padres y la comida ya estará lista – dije poniéndome de pie.

Cuando bajamos mis padres aún no llegaban así que decidimos esperarlos mientras poníamos las cosas en la mesa, mis padres llegaron y nos sentamos todos juntos a comer, la cena fue divertida, hacia tanto que no me reía así con mis padres.

- Tía, si me permiten, mañana puedo acompañar a Jane devuelta a su internado. – Dijo Liam comiendo un trozo de su langosta, yo le sonreí y el me guiño un ojo.

- Claro Liam, sería un placer – dijo mi madre sonriendo.

- ¿Molly ya está en su cama? – pregunto mi padre al notar que la pequeña no estaba en la habitación.

- Si papá – dije riendo – Molly ya está durmiendo, cuando llego solo se puso a jugar con Liam, esa niña lo adora.

- Ya le creo, si es el único que la ayuda en sus travesuras – Dijo mi padre divertido.

- ¿Cómo decirle que no a esa niña? – Liam se encogió de hombros.

- Liam ¿me acompañas a preparar mis maletas para mañana? – hice un puchero.

- Claro, con permiso. – Dijo asintiendo levemente para saludar a mis padres, yo hice lo mismo y le arrastre por las escaleras.

- ¿Qué hay con el “chico misterioso”? – pregunto Liam y yo lo mire de mala gana.

- Si eres estúpido, por fin había hecho que saliera de mi cabeza al menos unas horas y tú me lo recuerdas, eres feliz viendo sufrir a tu prima – dije siendo sarcástica.

- Nada de eso, solo quería saber, porque al menos ya tienes como encontrarlo – dijo refiriéndose a mi brazalete.

- ¿Tu lo crees? – dije haciendo una mueca y mire mi muñeca donde antes había un brazalete allí.

- Claro, en el internado hay muchos chicos, puedo que uno de ellos sea “ese chico” y la gran parte de ellos tiene padres empresarios, muchos de ellos seguro fueron a esa fiesta.

- Tienes razón, eres el mejor – dije dando un pequeño saltito, atravesé la cama y lo abrase.

Luego de preparar todo, nos fuimos a dormir. El silencio reinaba en mi habitación, el chico de rulos volvió a mi cabeza, ¿algún día lo voy a encontrar? No sabía nada de él; el al menos tenía algo mío. Mire mi reloj y ya eran las una de la madrugada, me dí la vuelta y trate de dormir, mañana a primera hora ya regresaría al internado.

Me levante a las 6:10, me fui al baño, me hice le aseo y me dirigí devuelta a mi habitación, me puse algo cómodo y baje a la cocina, Liam ya estaba allí tomando su desayuno, no me sorprendió el hecho de que estuviese allí, siempre se levanta tan temprano.

- Hola primito – dije mientras le daba un beso en la mejilla.

- Hola revoltosa – me saludo sonriendo. - ¿Lista para comenzar las clases?

Lo mire con cara de pocos amigos y dije: - Liam, el día en que vaya contenta al colegio te voy a dejar que toques mi auto.

- ¿Es un trato?

- Tómalo como quieras, apúrate que aún tenemos una hora de viaje y se hace tarde. – Dije tomando mi tostada y la metí en mi boca completa.

- Oye, ¿Quién te enseño a comer?

- Cállate – dije con la boca llena de comida.

- No tienes nada de femenina, solo lo que vistes.

- Lo que digas, vámonos ya – dije tirándole del cuello de la chaqueta.

Liam me ayudo a guardar las maletas en el auto de mamá y fuimos hacia el internado, mientras viajábamos puse en mi iPod varias canciones para que se reproduzcan. Las iba tarareando y Liam hacia bromas la mayoría de las veces. Cuando llegamos bajamos las maletas y me despedí de Liam, lo había vuelto a ver desde casi tres años y ahora otra vez lo voy a perder. Trate de no darle vueltas al asunto y me dirigí hacia la misma habitación de todos los años. Seguía igual de espaciosa y bella tal cual la dejamos, pero me encontré con una cama extra, quizá iba a tener otra compañera de cuarto.

- ¡Stephanie Jane Talley! ¡No me has escrito ni siquiera un e-mail en todo lo que duro las vacaciones! – Dijo mi mejor amiga que estaba parada en la puerta con sus maletas, yo no dije nada y corrí a abrasarla.

- ¡Me alegra verte! – dije con una gran sonrisa. – Lo siento tanto, no te llame ni te mande mensajes porque, bueno… en realidad lo olvide – dije haciendo una mueca.

- Por eso te amo, eres tan despistada amiga. – Dijo Sophie mientras negaba con la cabeza.

- Oye, ¿sabes para quien es esa cama extra? – dije apuntando hacia ella.

- No lo sé.

Cuando entramos nos pusimos a arreglar la ropa cada una en su armario. Luego de unos minutos entró a la habitación una chica algo tímida pero era muy linda. Su cabello era rubio sus ojos eran mieles y era un poco más alta que yo.

- Hola – dijo sonriendo de costado, tenía un gorrito rojo que me llamo la atención.

- Hola – dijimos Sophie y yo sonriendo.

- ¿Tu eres nuestra compañera de cuarto? – Pregunto Sophie, tan entrometida.

- Supongo que si – sonrió.

- Me llamo Jane y ella es Sophie, no te asustes si te hace demasiadas preguntas – dije bromeando y ella río.

- No hay problema, yo me llamo Allison. – Sonrío y puso su maleta encima de la cama vacía.

- Es un gusto, creo que nos vamos a hacer buenas amigas – dije sonriendo y busque mi uniforme ya que pronto comenzarían las clases.

Pretty Brown EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora