"El Destino de tus letras"

//// Él ///

No tomaste una decisión adecuada... ¿suicidarte? ¿en serio? ¿acaso querías que sintiera lástima? Y si es así pues te salió mal el plan. Porque lo que siento no se compara con eso a lo que tu le llamarías "lástima". Al contrario, Siento un dolor inimaginable. Ni sé que hago derramando lágrimas en frente de tu tumba.
Hermano, Yo te quería, no sabes cuanto y al parecer quizás tampoco yo, cosa que para ti nunca fue importante, tú tampoco quisiste averiguarlo.
Es irónico, hoy fue tu entierro, y no ví rastros de aquellos que se hacían pasar por tus amigos, los tratabas mejor que a mi, te burlabas de mi junto con ellos, hacías toda clase de cosas para humillarme y así divertirte un poco mientras pasabas el rato. Pero aquí estoy, hecho mierda, quizás, pero estoy y eso es lo que importa ¿no?.

Tengo algo para tí.
•Acomodo mi diario con el mayor cuidado posible, dejándolo reposar contra su lapida.•
Éste es mi último Adiós, y aunque me duele, quiero que te lleves contigo todo lo que dejaste en mí.
Alcé mi mirada lentamente, percatándome una vez más de que sea mi apellido el que se haya escrito ahí, como si no lo pudiese creer.

Adiós -dije con la voz entrecortada- Sequé algunas gotas de lágrimas que recorrían lentamente el diario, y me di la vuelta para salir de éste lugar, aunque, aquí me siento como en casa, rodeado de gente como yo. Gente muerta.

Al girarme noto una tumba en especial, Es de una señora, no se alcanza a leer bien el nombre ya que está un poco destruida. Tiene algunas flores marchitas...
No sé, parece que no la visitan hace un tiempo. Podría ir y traerle algunas flores nuevas, no estaría de más. Al fin y al cabo ¿Quién me espera? .

-Voy camino a la floristería para llevarle unos claveles. Por voz de mi hermano supe que eran las flores preferidas de mi madre... Nuestra madre.
Aunque no sé qué color elegir. Solo sé que su fascinación por los claveles llegó a ser mayor que su adicción a la nicotina.
Por boca de muchos supe que con un cigarro encendía otro, como si algo la mortificara -eso decían siempre al reseñarla. Al parecer, hasta con cierta nostalgia.- No puedo confirmar nada de lo que fue su vida, lastimosamente.

Ya se me está haciendo muy tarde, ésta poca vida no se va a vivir sola...
-desenfundo mi mirada al cielo, incesante a la espera de algo inoportuno, como si sintiera que mi vida fuese a cambiar en segundos, o que por lo menos, instantáneamente, sentiría otra cosa diferente a lo que he vivido siempre.
Continúo pasmado mirando el firmamento.
Lo único que altera mi realidad por el momento, es esa brisa tan fría que incomoda mi ser.
Bueno, será mejor que no busque nada... Al parecer no tiene que ser encontrado.
-Bajo mi mirada enfocándome hacía el frente, y veo directamente la floristería. Decido sacar mi celular para ver qué tan tarde está.
Es aquí, aquí el instante cuando me tropecé con lo que a primera impresión y por tan suave tacto sería una persona... Tenía que ser una persona, no obstante miré sus ojos y me di cuenta de que no era así, era una chica, era un demonio, era un ángel... Llevaba el cielo y el infierno juntos en su mirada; el cielo, que llevaba todo lo bueno de su alma, lo imposible de ser opacado por lo malo. El infierno, que ni por que usase toda su furia nunca sería capaz de apagar el abismo incontenible e inacabable que cargaba aquel ser dentro de su interior...