Capitulo 4

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El aparta la vista, me jala hacia el, me da un beso de despedida y se va, fue corto pero algo maravilloso y sensacional, sentir sus labios en mi mejilla fue lo mejor que me paso en todo el día, de repente veo como se da la vuelta y viene directamente hacia mi de nuevo, me toma de la mano y con su voz sexy dice.

-Ojalá y nos podamos ver de nuevo, yo vivo a tres casas de la de tu tía, no creo que sea mucho caminar, aparte supongo que estas de visita por ella, te veré diario aquí así que ¿Que dices?-.

Espera, ¿Me acaba de decir que me quiere ver una vez más?, o fue sólo mi imaginación, no es posible...

-¿Qué dices te parece?-, dice interrumpiendo mis pensamientos.

-Claro-, asiento con la cabeza y veo como se va dibujando su sonrisa perfecta en su rostro.

-Esta bien, entonces mañana a la misma hora?-.

-Claro, aquí estaré, con frío y temblando-, se ríe cuidadosamente y yo también.

Pero que demonios, que fue lo que acabó de decir, "con frío y temblando", que estúpida, debería cerrar la boca cuando esté con el.
Asiento con la cabeza y me voy alejando de el, subo al auto de mamá me pongo el cinturón e iremos camino a casa de la abuela Verónica, es un encanto y me agrada estar con ella.

Llegamos a la casa de la abuela y ella nos recibe con los brazos abiertos, saltando de alegría, nos dice a mamá y a mi.

-Que milagro que vienen a visitar a la abuela Verónica-.

-Mamá no es para tanto sólo fueron 2 meses de no vernos-, Dice mi madre con una gran sonrisa en su rostro.

Me alegró que este feliz, no podría soportar verla un momento más triste, me deprime verla así.
Entramos a la casa y es acogedora, como siempre a sido, calientita y llena de vibras magníficas, es lo bueno de la casa de la abuela, que nunca se sienten las vibras malditas de alguna gente.

Nos dio un poco de chocolate caliente y nos fuimos a dormir para ir a casa de la tía Stef el día de mañana, con muchas cobijas mamá y yo conseguimos calentarnos y estar cómodas.

A la mañana siguiente, bajando las escaleras para desayunar, le doy un beso a mamá en la mejilla y a la abuela por igual, el desayuno se ve delicioso tengo muchísima hambre y creo me lo comeré todo de un bocado.
En cuanto acabamos avisamos a la abuela que no tardaríamos y que iríamos a la casa de la tía Stef, ella asienta con la cabeza y nos da un beso de despedida, acabando de bañarnos lavarnos los dientes y cambiarnos vamos en camino con la tía Stef.

Llegando a casa de la tía me viene a la mente la cita que tenía con Nathan, pasando por la calle, veo como alguien sale de la casa en donde ayer estaba Nathan, el chico voltea la mirada y es el, el chico de los ojos azules, Nathan, un chico guapo y sexy.

Ella!-, grita Nathan.

Volteo para verlo y me sonríe, sonrió y vuelo la mirada hacia la puerta de la casa de la tía Stef, siento como alguien viene hacia mi, un momento ¿Es Nathan?, enseguida volteó la vista y veo su sombra alado de la mía.

-Ella quería decirte que......

-¡Vamos Ella ya es hora!-, dice mi madre interrumpiendo a Nathan.

-Yo..... Me quedare un momento aquí madre, ¿Te molestaría?-.

-No, pero no te tardes, te espero adentro-.

Asiento con la cabeza y ella se adentra a la casa, en cuanto volteó la mirada Nathan está a sólo unos cuantos centímetros de mi y yo me alejó un poco, me derrite cuando esta serca de mi, es como sí fuera el café del aeropuerto, me calienta todo mi cuerpo es raro pero perfecto, me mira y me toma de la mano, vamos caminando y de repente se detiene y nos sentamos en una pequeña banqueta de las casas.

-El, ¿Te puedo preguntar algo?-, dice el mirando hacia abajo.

-Claro, dime ¿Que pasa?-. Nerviosa lo veo a los ojos y el me contesta

-Tenía esta pregunta desde que charlamos en el aeropuerto, estas bellísima y quisiera saber sí estas con alguien-, Me pregunta moviendo los pies de arriba a abajo.

-No, claro que no estoy con nadie, soy una mujer libre de mis decisiones y libre de hombres-. Digo riendo y viéndolo al mismo tiempo.

En cuanto le respondo lo que me pregunto, me ve fijamente a los ojos y su rostro dibuja una sonrisa perfecta.

-Es.... Magnífica tu respuesta ¿Tiene que ver con todos los hombres en específico?-. Pregunta el con voz ansiosa.

–Pues, no claro que no pero no soy muy de relaciones así que no, no en específico.

El, eres hermosa, no se como los hombres son tan idiotas para no fijarse en ti.

Dios mío, lo dijo y soy feliz tan feliz que mi sonrisa vuelve de nuevo,el me mira fijamente y estamos a unos cuantos centímetros uno del otro, me toma la mano y se acerca a mi lentamente, siento como el calor surge por todo mi cuerpo, se acerca a mi y me dice al oído acercándome a su boca.

–Sí tu fueras mía serias la mujer más feliz en la cama.

Abro los ojos como platos y trago saliva al mismo tiempo, pero que demonios me acaba de decir, es algo excitante y sexy, no puedo creer lo que me ha dicho, este hombre es tan sexy, guapo y excitante al mismo tiempo que cuando me dijo eso sentí como el frío se me había quitado por completo.

Me alejó un poco de el y me tiene agarrada de la mano, consigo pararme y el me sienta de nuevo

–No te vallas El, quédate un rato más –Lo dice desesperadamente.

–Okey no me iré, me quedare sólo una hora más y eso es todo.

Nathan asienta con la cabeza y me pongo a un costado de el.

El de verdad eres perfecta, maravillosa y hermosa, tienes un cuerpo magnífico que se nota a leguas –Me mira como sí me deseara.

–No es para tanto Nathan, yo no tengo un cuerpo excele......

–Claro que lo tienes, sí te vieras bien te apuesto lo que sea a que todos los hombres que pasan a lado tuyo se dicen lo mismo todo el tiempo, desearían tenerte en su cama todas las noches para hacerte suya, como yo por ejemplo –dice soltando una mirada hacia mis labios.

–¿Me deseas Nathan? –digo frunciendo el ceño.

–No te imaginas cuanto El.

BOY BLUE EYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora