Sin embargo, no soy la chica de la que te enamoras. No soy la chica con la que quieres pasar horas simplemente mirándola. La chica a la que tratas de hacer sonreír, la chica cuyas manos quieres que estén entrelazadas con las tuyas. Esa chica que es tan bella, tan delicada, Que te dan ganas de pelear contra el mundo por ella. Soy la chica que puede que te avergüences de tener.