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Capítulo 3

Narra Kyle

Él me volvió a mirar de esa manera tan indiferente. Cada vez que pasa cerca de nosotros sólo me ve cómo otro más del montón, él no sabe que siempre lo veo, él no sabe que siempre pienso en él, él no sabe cuanto me enamoré de él.

-Hey, Kyle...-Me dijo Dean pasando su mano repetidas veces enfrente de mi cara.-¿Seguís ahí?

-¿Eh?-Dije mirándolo confundido.-Si.

-Es que te noté distraído.-Me dijo mirándome con preocupación.

-Ah, si, no sé.

-Bien, cómo sea.-Dijo pasando su brazo por encima de mi hombro.-¿Y si nos ligamos a algunas?

-No tengo ganas, Dean. Estoy cansando.

-Es lo único que me estuviste diciendo hace tiempo. ¿Seguro qué estás bien?-Dije separándose de mí.

-Si.-Solté un risita.-Tranquilo, ¿tan preocupado por mí estás?-Él también soltó una corta risa.

-Bien, bien, ¿qué tal si vamos con los chicos?-Dijo señalando a nuestro grupo de amigos que estaban pasando caminando.

-Claro.-Le sonreí.

-Alto.-Me dijo deteniéndome. Se mostró serio, espero que no sean más preguntas...-¿Acaso escuchaste algo de lo que te dije antes de qué entraras en ese "trance"?-Sabía que no era importante...

-Espera, ¿antes me estabas hablando?-El sólo se rió.

-Ahí está el Kyle que quería. Ahora vamos.-Me dijo para luego empezar a caminar.-Hoy tenemos una fiesta, te quiero así para entonces.-Acabó por decirme.

Narra Jay

Llaman por teléfono. Espero a que Nahuel conteste, cómo siempre. Pero el teléfono sigue sonando y él no contesta. No me queda de otra...

-¿Quién es?-Dije ni bien contesté.

-Sigues igual, me gustaría escuchar un "hola" de tu parte cada vez que contestas el teléfono.-Me dijo la voz del otro lado de la línea, la reconocí al instante, mi padre.

-Ajá. ¿Y, para qué llamabas?-Pregunté desinteresado por lo que me había dicho anteriormente.

-Para avisarles que no llego en tres días, es por algo del trabajo y...

-Te vas a la mañana y llegas a la tarde, dormís 6 horas y te vas. ¿Cuál es la puta diferencia?-Lo interrumpí agresivamente.

-Jay. Veo que nunca cambiarás.

-Eso está claro.

-Bien, sólo avísale a tu hermano.

-Okay.-Dije.

-Chau.-Colgué el teléfono.

-¡Nahuel!-Grité al pie de las escaleras.-¡Nahuel!-Volví a gritar una vez más cuando vi que no obtenía respuesta.
Subí las escaleras, supuse que se estaría bañando, así que me puse enfrente de la puerta del baño.

-Nahuel.

-¿Qué?-Me dijo desde el baño.

-Papá llamó. No llega en tres días.-Abrió la puerta.

-¿Qué acaso no es lo mismo?

-Lo sé. Dije lo mismo. ¿No te estabas bañando?

-No. Tomaba las pastillas. Hablando de eso, deberías tomar las tuyas vos.

-Las tomo, siempre, todos los días, sin falta. A diferencia de vos que tomas tus pastillas cuando queres. No sólo necesitas esas pastillas, te dije un millón de veces que tenes que volver a ir al doctor más seguido, te dijeron que vayas 3 veces al mes, Nahuel. No es lo mismo ir una vez cada 5 meses.-Solté todo lo que me molestaba en ese instante.

-¿Por qué tan preocupado?-Preguntó mientras se miraba al espejo.

-Porque cada vez que te agarran tus ataques yo acabo involucrado, Nahuel, y de la peor manera. Lo sabes perfectamente, no te hagas el que no se acuerda nada.-Le espeté apenas entrando al baño.

-Ya te lo expliqué, Jay. Y no pienso ir al médico. ¿Para qué, para qué me diga lo mismo?

-Si, y para que de paso te metan a un psiquiátrico.

-Jay. ¿No ves que estoy bien? Hace tiempo que no tengo mis ataques, no te hice nada, estás bien. Es más, a vos te estuvieron agarrando ataques.

-Ya sé, pero no te hago nada cuando eso pasa, ¿verdad?

-Tenes un buen punto. Ahora... si me permites...-Me dijo saliendo del baño.-Me voy a ver con unos amigos.-Finalizó para después bajar las escaleras y agarrar una de sus camperas.

-Hey. Te recomendaron no juntarte con gente, por si acaso.

-Ya sé. También me recomendaron que vaya más seguido al médico, ¿pero lo hago? No.-Acabó sonriéndome.

-Nahuel, más vale que no me hagas nada cuando vuelvas.

-Lo prometo.-Me dijo para después revolverme el pelo y salir por la puerta.

Por si se lo preguntan... mi hermano tiene Trastorno Bipolar desde que tiene 15 años. Hace 2 años que dejó de ir tan seguido al doctor, ya no toma tanto sus pastillas y siempre acaba perdiendo el control en algún momento, por eso siempre quiero evitarlo, no quiero que se repita lo de siempre. Él actualmente tiene 18 años, si fuera por mí él viviría solo, pero cómo papá nunca está en casa me tiene que cuidar, y al él le gusta.
Por otro lado, yo tengo Depresión desde los 13 años, y hace poco que cumplí los 15 y me diagnosticaron Esquizofrenia.

Las pastillas para la Esquizofrenia no me ayudan en nada, es más, no tengo idea en que me tendrían que mejorar, y las de la Depresión sólo me hacen sentir peor, pero, aún así tomo ambas porque quiero mejorar, ya que no me gusta estar así.

Bueno, linda descripción de mi vida...

Narra Nahuel

-¡Hey!-Me gritó Dean ni bien entré.

-Hey.-Le respondí también. Nos saludamos cómo siempre y empezamos a caminar entre la multitud de personas.

-Sabía que vendrías.-Me dijo mientras nos acercábamos a tres amigos de él.

-Si, tenía cosas que hacer, pero no son tan importantes cómo esto.-Reí finalmente.

* * *

-¿También viniste a alejarte del ruido?-Me preguntó un chico casi rubio mientras entraba a la cocina.

-Si, ¿cómo sabías?-Se encogió de hombros desinteresado. Después me hizo una señal ofreciéndome la botella que tenía en la mano.

-No, gracias. Un trago más y me provocaría más dolor de cabeza del que ya tengo.-Asintió con la cabeza y tomó del pico.-¿Cómo te llamabas?-Lo vi en varias ocasiones con Dean, ya que él y yo somos amigos, suelo verlo más que nada con los populares.

-Kyle.-Me dijo dejando la botella sobre la mesa.

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N/A: Apuesto a que nadie se esperaba todo esto e.e, bien, si más que decir, me retiro, lentamente, con suspenso, cómo en las películas dramáticas... (?