Obsesión. 1

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Y me miraste, con esa mirada tan peculiar,con esa sonrisa que enamoraria hasta a la luna.

Te levantaste y caminabas hacia mi.

No sigas, me mataras, mi corazón se esta acelerando demasiado.

-¿No bailas?-

Su voz sonaba tan ruda y profunda que hizo que miles de chispas saltasen en mi interior.

-No me gusta.-

Contesté murmurando.

Me ponías muy nerviosa. Yo creo que te diste cuenta.

-¿Si no te gusta que haces aqui?-

-¿No puedo?-

Contesté tan rápido, tan borde, que era mi unica manera de ocultar mi timidez hacia ti.

-Tranquila, hoy no te mordere-

Y así, diciendo eso te marchaste de mi lado.

Habias estado toda la noche en aquella discoteca mirandome, mas de 4 horas poniendome nerviosa, acelerando mi respiración por el simple hecho que cuando mis ojos se cruzaron con los tuyos de forma fugaz me hipnotizaste, y creo que a ti te paso lo mismo, como dos idiotas nos quedamos mirando pero no aguante y aparte la vista pero tu no hiciste lo mismo.

¿y te acercas a mi para decirme eso?

Un desconocido me puso nerviosa, sí.

Me hizo temblar con sus ojos.

Me hizo estallar en lujuria solo con mirar sus labios.

No podia soportar estar tan cerca tuyo, mi corazon saldría muy mal parado.

Me levante y deje mi copa sobre la barra, coji mi bolso y me fui, saliendo a la playa.

Respire algo mas tranquila,¿ que pasaba conmigo, que cuando estabas cerca me matabas?

Y como un alma en pena me quede mirando al mar sobre la arena.

Miraba el mar y solo podia ver tus ojos clavados en los mios ¿que coño pasaba? Eras un desconocido.

-¿Bonito verdad?-

Tu voz me saco de la profunda espiral en la que habia entrado.

Y con esas palabras pude sentir un profundo silencio en el que solo oía mi corazón.

-Hace frío, ¿no crees?-

Dijo y se acerco a mi poniendo su chaqueta encima mio, tapando mi espalda descubierta.

Oh dios, su aroma inundo mis sentidos, una explosion hubo en mi cerebro, lo que habia sentido al mirarle se atenuo, y esa electricidad volvió a recorrer mi cuerpo por el calor que habia dejado en su chaqueta.

Temblaba, sí. Pero no era de frío.

Temblaba por ti.

Me hacias sentir tan bien pero a la vez como una presa esperando ser deborada por su cazador.

Hasta que tuve la valentía.

-El frío....solo es cuestión de la mente.-

-El miedo también, y no veo que lo controles-

¿Porque tenías que seguir ahí? ¿Porque tenías que hablar?

-Me tengo que ir-

Coji tu chaqueta y te la dí.

Rozaste mi mano, y algo paso que senti electricidad al tacto.

Como esa electricidad que pone los pelos de punta o que puede matar a alguien.

Eso sentí cuando tus poros conocieron a los mios.

-Volvere a verte-

Y sin mas te diste la vuelta y me dejaste sola.


Amar? para qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora