Monstruos » z.p os

Única Parte.

Zayn se encontraba en su habitación, su madre lo había ido a acostar hace un rato, deseándole las buenas noches y apagando las luces para luego desaparecer por la puerta.

Zayn no podía cerrar los ojos y dormir. Los monstruos aprovechaban la oscuridad de la noche para salir y asustarlo.

Cada sombra que se formaba en su habitación por las luces de los focos y la luna afuera, eran razones para que Zayn temblara dentro de su cama y cubriera su rostro con las mantas, comenzando a sollozar despacio.

Un rato después, decidió armarse de valor y destaparse para ponerse sus pantuflas con diseños de dinosaurios coloridos para correr rápidamente hasta la silla que se encontraba frente a su ventana, temiendo que los monstruos le agarraran por los pies.

"¡Liam! Tengo miedo, mucho miedo."

Hipó, mientras varias lagrimitas se escapaban de sus ojos, empapando sus espesas pestañas y haciendo su vista hacia la ventana de la habitación de su vecino más borrosa.

La ventana de la casa en frente suyo fue abierta y Liam se asomó por allí, siendo ayudado por una silla para ver a través de ella.

"Tranquilo, Zayn. Yo mataré monstruos por ti."

Y tomó la espada de plástico que sus padres le habían dado esa navidad, saliendo por la ventana y cayendo al césped torpemente, pero no le importaba porque él iba a salvar a Zayn de la oscuridad.

Con ayuda de las pequeñas manos de Zayn, se encaramó por la ventana (que para ellos resultaba ser muy alta, sin embargo sólo se encontraba unos pocos centímetros más elevada del suelo) y entró en la habitación del moreno.

Zayn se bajó de su silla, más confiado ahora que Liam estaba allí, pero aún así miraba todas las sombras asustado.

Liam limpió las lágrimas de los ojitos de Zayn con las mangas de su suéter celeste con diseños de autos y tomó su pequeña manito, yendo hacia la cama de Zayn y arropándolo entre las esponjosas y calentitas mantas, hasta que Zayn fue vencido por el sueño.

Liam fue su caballero de brillante armadura que lo protegió de los monstruos en la noche y, aunque a Zayn no le gustaba admitirlo, fue la bella doncella en peligro.

Y aunque Liam fue castigado la mañana siguiente al no estar en su habitación, aún podía escaparse en la noche por la ventana y proteger al pequeño Zayn de todo lo que pudiese hacerle daño.

Aún cuando ya tuviesen diecinueve y diecisiete años respectivamente y los monstruos bajo la cama no fuesen su peor pesadilla.