Llegó a casa muy cansada y con sueño, subo a mi cuarto, entro al baño y me ducho, escucho unos ruidos, pero creó que es mi hermano Jaded, salgo y me pongo ni pijama que se me ve muy descotado mis senos, camino y me dirijo a la cocina me sirvo un vaso de zumo de naranja, me sorprende que mi hermano este viendo televisión él no suele estar sentado, me dirijo a él y le preguntó
-Jaded, -voltea la cara y me ve
-¿Que quieres hermanita?.
-¿Que haces aquí?
-Es mi casa y te cuido.
-Yo puedo independizarme yo sola, -contestó enojada- no soy una niña
-Haber Aranza, desde que nuestros padres se separaron tú has estado un poco cambiada, papá se fue con otra mujer, y mamá..
-Con otro hombre y con un hijo de él, la razón por la cual se separaron y le importó una mierda dejarnos solo, -Digo completando la frase.
-Lo siento mucho Aran, -se dirige a mí y me abraza.
Nos separamos, nos miramos por un largo tiempo, sin metir mi hermano es muy hermoso, tienes los ojos azul muy claros, la piel muy blanca como la nieve, es alto, labios carnosos y su cabello es marrón claro, él hombre perfecto.
-Hermana, saldré a casa de mi novia
-Perfecto a que hora regresas.
-No estoy seguro, pero no te preocupes, -Me da un beso en mi cabello y se va.
Pasan aproximadamente dos horas de que Jaded se fue, estoy muy aburrida, he llamado a Alisson cinco veces, de repente suena él timbre, me paro del sofá y me dirijo haber quién es.
Es nada más y nada menos que Abraham.
-Hola, -dice
-¿Que haces aquí?, -pregunto
-Vine a visitarte y hablar sobre lo que sucedió en la fiesta y en la cafetería
Seguro se arrepintió de lo que sucedió
-Pasa.
Lo dirijo al sofá, se sienta él se hace un lado para sentarme con él.
-Dime, de que quieres hablar,- le digo
-Sabes Aranza, me gustas mucho y creó que eres totalmente perfecta -hace una pausa- Me encanta la manera como te expresas me encanta todo de ti, porqué pienso que somos tu y yo, porque sabes algo extraño tus labios
Se acerca a mí, estoy totalmente impactada a todo lo que me acaba de decir, el une sus labios con los mios el beso va lento y suave, pero a la vez es como si nos hiciéramos falta, luego a un poco mas rápido, pongo mis manos en su cabello para profundizar mas el beso, el dirige sus manos a mi caderas mientras me dejo llevar, me lleva despacio hasta acostarme y su besoo vas mas rápido como si nos necesitáramos de uno a el otro.
Nos separamos por falta de aire, respirábamos con dificultad, el me ve y me sonríe.
-Aranza me encantas, eres mi necesidad, -Junta si labios con los míos.
-Abraham también me encantas, -doy un pequeño beso.
-Quiero decirte algo.
-Si?
-¿Quieres ser mi novia?
Quedé impactada en sus palabras, dios amaré a este chico alocadamente.
-Claro que acepto ser tú novia.
Nos dimos un beso de esos que duran para siempre..