Había salido a caminar, era raro ver a aquel chico andar por la vereda de la calle. Todos sus vecinos le llamaban, pero él siquiera volteaba. Era un chico conocido en su ciudad, podría decirse que hasta "popular". Él no lo veía así. Llamaba la atención de todo el mundo, era interesante, misterioso. Siempre lo fue.
Pocas personas habían apreciado su sonrisa, ya que nunca se le veía sonreír mostrando su dentadura.
Realmente, jamás se le veía sonreír.Sus azules ojos delineados observaban siempre el suelo como si este estuviese contándole mil historias de las que no se quería perder, sus ojos eran como el cielo nublado de aquella tarde.
Su piel era pálida, sus tatuajes y piercing's resaltaban más ello, nunca se le veía de día. La gente comenzó a esparcir el chisme de que tenían un vampiro entre ellos, pero ese estúpido rumor se acabó aquella fría tarde.
Se paseaba con su campera de cuero negra favorita y sus auriculares puestos, las chicas pasaban a su lado tratando de llamar su atención pero se rendían al ver que el chico estaba empeñado en continuar mirando el suelo y no había siquiera una pequeña señal de que le interesase verlas.
Continuó su camino hacía el final de la calle, la gente no dejaba de observarlo y él lo notó. Estaba jodidamente harto, ¿qué había hecho para merecer todo aquello? No necesitaba a nadie pendiente de él, quería estar completamente sólo.
Luego de diez largos minutos caminando siendo señalado por todos, finalmente llegó a su destino. Una pequeña plaza, la misma de siempre. Se sentó en la banca y como siempre solía hacer cada que se encontraba allí, y simplemente observó el cielo.
Se quedó embelesado ante aquel nublado firmamento, recordando momentos que había vivido allí junto a ella. Recordó que a ella también le gustaba los días así, ella amaba la oscuridad y él había aprendido de ella.
-Hey. -Escuchó a su lado una suave y dulce voz, no volteó. Pero sí de reojo pudo notar que era un chico el que estaba sentado a su lado, compartiendo banca. Eso le hizo poner nervioso, estaba cerca. Muy cerca.
Pero no respondió y sus ojos delineados volvieron a mirar hacía arriba para centrarse en el cielo, notando como las nubes comenzaban a alejarse dejando trocitos celestes sobre este y el sol comenzaba a dejarse ver. Gruñó ante aquello.-¿Estas triste? -Nuevamente escuchó esa aguda voz, se sorprendió al notar que seguía ahí.
-No. -Escupió cortante y se puso de pie dispuesto a marcharse, pero nuevamente le escuchó hablar a sus espaldas.
-Pues las gotitas que caen de tus ojos no dicen lo mismo.
Se sorprendió al notar que al parecer sí, estaba llorando. No le asombraba no haberlo notado, estaba acostumbrado a no sentir ultimamente nada.
Apretó sus puños sintiendo la rabia recorrer todo su cuerpo, comenzó a respirar con irregularidad y nuevamente volvieron aquellas deseables ganas de asesinar, planeó tomarlo del cuello y dejarlo sin aire justo allí en frente de todos los presentes esa tarde. Pero entonces al momento en que volteó dispuesto a realizar aquella fantasía de su mente toda su rabia disminuyó y se lo quedó observando por unos segundos, como si lo estuviese analizando completamente.
Y en ese preciso instante no era el cielo el que llamaba su atención, mucho menos el suelo. Eran unas magníficas ojos color esmeralda que irradiaban pánico. Como si se tratase de un pequeño gatito asustado.
-¿Ibas a golpearme? -Preguntó ahora el chico un poco confundido, comenzando a temerle al mayor.
Louis, quien aún se encontraba perdido en sus orbes verdes imaginando todo tipo de escena morbosa con aquel niño, reaccionó ante aquella dulce voz.
Bajó el puño que anteriormente mantenia en el aire para golpear al chico y simplemente negó, volteandose para regresar a su hogar. Decidió no darle importancia a aquel niño, que probablemente era años menor que él y no quería sentirse un maldito pedófilo.
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Suffer. (L.S.)
Fanfiction¿Alguna vez escucharon la frase "Toda historia tiene un final feliz y si no eres feliz, entonces no es el final"? Louis creyó que su final fue luego de la muerte de ella, pero lo que él necesitaba era escarbar un poco más para encontrar aquella feli...