Todos, definitivamente todos, tenemos un ancla que nos trae nuevamente hacía la realidad cuando estamos perdidos en un mar de pensamientos y fantasías. Louis sintió como aquella situación, aquellos ojos, todo era exactamente igual a como ella lograba disminuir su enfado, ella fue su ancla. De alguna forma dolía recordar, pero más odiaba a aquel mocoso que lograba hacer que esos estúpidos pensamientos aparecieran y siquiera lo conocía hace un día.
Pero aún así, no logró actuar con la total violencia que hubiera utilizado con otro desconocido. Era un niño. Era Harry. Quién con sus orbes jades de aquella manera tan tímida parecía un cachorrito abandonado bajo la lluvia.
-Lo siento, no lo... -Louis lo tomó del brazo con algo de brusquedad, logrando así que Harry cerrara la boca y dejara ver en su rostro un leve ceño fruncido.
-Necesito ropa seca y tú te encargarás de eso. -soltó cortante mientras comenzaba a arrastrar al rizado a las escaleras.
-No es mi casa...-contesto el rizado mientras sentía que sus mejillas comenzaban a arder.
-Pues más te vale que conozcas al dueño.-volteó a ver al menor.
Harry apretó los labios y asintió con la cabeza intimidado por aquella mirada del castaño, apenas lograba diferenciar su rostro entre las tenues luces de aquella fiesta. Pero no le importó y tomó coraje.
-Bien. -soltó con el tono firme mientras se soltaba del agarre del mayor y lo adelantaba.
Al llegar a la planta alta, el rizado lo guió a la habitación del fondo.
Louis mientras tanto lo iba observando detenidamente, se dió cuenta que no tenía un cuerpo tan escuálido como había pensado, era un poco más bajo que él y era muy delicado en todo lo que hacía.
De cierta forma no dejaba de recordarle a la persona que rompió su corazón.
Negó con la cabeza varias veces. No era momento de ponerse así.
El rizado abrió la puerta de la habitación y entró dejándola abierta para que el castaño le siguiera.
-Entonces conoces al que vive aquí, no creo que siendo tan... Tú, hayas entrado así como así. -Dijo el castaño en un tono sarcástico mientras se sentaba en la cama que estaba cubierta por un edredón azul.
-Sí... Y, n-no me conoces para decir eso.-Su voz tembló levemente y se dio una cachetada mental.
-Apuesto lo que quieras a que eres un niño de mami, virgen y estúpido. Eres así como un chihuahua, pequeño, tonto, pero a veces ladras.-soltó con diversión y un tono un poco hiriente.
El rizado no contesto, pero mordió su labio inferior levemente mientras se dirigía hacía el armario y comenzaba a rebuscar hasta por fin encontrar una camisa negra que Josh nunca usaba y pensó que le quedaría a Louis. De todas formas Josh y él se parecían mucho en aspecto físico.
'Sólo que Josh no es tan malo contigo, Harry.' Pensó y asintió mentalmente ante aquel pensamiento.
-Toma.-le aventó la camisa a Louis.
Y este sólo levantó una ceja, burlón. Se levantó de la cama y se acercó al menor, nuevamente intimidándolo en demasía.
-Escúchame bien, mocoso, no vas a jugar conmigo, ¿bien?-se acercó amenazante a su cara.
El menor se encogió en su lugar y de nuevo apareció ese destello de miedo en sus ojos. Louis mientras tanto lo miraba detenidamente, sus ojos clavados en los del menor, disfrutando el miedo en sus ojos.
Al final se separó de él y comenzó a quitarse la chaqueta. El pequeño continuaba ahí y quedó observando al castaño con sus finos labios semi-abiertos.
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Suffer. (L.S.)
Fanfic¿Alguna vez escucharon la frase "Toda historia tiene un final feliz y si no eres feliz, entonces no es el final"? Louis creyó que su final fue luego de la muerte de ella, pero lo que él necesitaba era escarbar un poco más para encontrar aquella feli...