Falsa Esperanza[1]

Falsa Esperanza (Capítulo único)

"Que algo brille no significa que sea la salvación"




Ella vivía para estar sola, su soledad no duraría un día, una semana o incluso meses; no, ella había nacido para estar sola y eso era algo que se repetía una y otra vez. Nunca había sido alguien que hablase con mucha gente, de hecho casi nunca había establecido una relación con alguien pero este hecho había pasado desapercibido hasta que la luz de sus ojos se fue, y es que la muerte de su hermana mayor había destapado toda la soledad y la desolación que la componían.

Su hermana era la persona que mas quería en el mundo, por no decir la única pues sus padres biológicos les habían abandonado en un callejón de la ciudad cuando ella sólo tenía tres años un día que afortunadamente, fueron recogidas por un hombre ebrio que pasaba por allí.

Su infancia con ese hombre no había sido muy mala, aunque él no pasaba mucho tiempo en casa ellas habían crecido bien y nunca les había faltado nada, incluso asistían a los mejores colegios, pues su padre tenía un buen trabajo como fiscal del distrito.

Pero todo esto era secundario para las dos chicas, lo que más les importaba era el bienestar de la otra, siempre se habían protegido y tenían unos lazos extremadamente fuertes.

Ya no lloraba por el hecho de que Nicole no estuviese con ella pues había pasado ya un año desde que eso sucedió y aunque no lo había superado del todo, se obligaba a si misma a seguir adelante ya que sabía que eso era lo que su hermana querría.

Sin embargo, su falta aún se notaba demasiado, toda la luz que había en esa chica de escasos dieciséis años había desaparecido, dejando simple oscuridad y una especie de cascarón vacío al que la gente llamaba cuerpo. Nadie se acercaba a ella cuando caminaba por los pasillos del instituto, lo único que la gente le dedicaba era una mirada de pena y compasión junto a algún murmullo, claro está que a ella no le importaba nada de esto.

Hoy empezaba un nuevo curso y aunque tuviese que llevar el mismo uniforme de todos los años,recorriese los mismos pasillos y viese a la misma gente, ella tenía la sensación de que este año sería muy distinto a los demás y eso le hacía incomodar.

Sus compañeros de clase ya sabían cómo actuar con ella asique simplemente la ignoraban como habían hecho siempre, este año no era menos asique ella hizo su papel de siempre y buscó con la mirada un asiento lo más oculto posible, una sonrisa tímida se dibujó en su cara cuando encontró el sitio perfecto al final de la clase; Ocultándose bajo su largo pelo castaño se dirigió hacia allí mientras sus compañeros gritaban y se saludaban mientras se preguntaban que tal el verano.

Desde ese momento la solitaria vida de Daphne Mars empezaría a vivir una serie de acontecimientos que pondrían su actual vida patas arriba.

Daphne se encontraba distraída mirando por la ventana de la clase perdida en sus pensamientos mientras el profesor explicaba el mismo método de calificación de todos los años; De repente, algo , mejor dicho,alguien llamó su atención; En ese momento un chico moreno de pelo corto corría hacia la entrada del edificio mientras mordía un trozo de tostada que llevaba en la boca; Esto hizo salir una suave e inaudible risa de Daphne-El primer día y ya llega tarde-Pensó ella mientras seguía mirando la puerta principal del instituto por la que había entrado el chico hace unos segundos, ahí clavó la mirada hasta que sonaron unos golpes en la puerta de la clase, los cuales hicieron que desviase su atención a la puerta junto con todos los demás compañeros y el profesor para ver al mismo chico moreno que acababa de ver, quien pidió permiso para entrar, el profesor un poco enfadado se lo concedió y le mandó sentarse en alguno de los tres sitios vacíos que quedaban en la clase; El chico los examinó mientras dos chicas que estaban al lado de dos sitios vacíos hacían hueco para que estese sentase mientras le guiñaban el ojo.