Y.A.M. || Larcel/Larry Stylinson || One Shot

Y.A.M. II

Desperté con la sensación de que algo me hacía falta a mi lado. Busqué con mi mano el cuerpo de Harry, pero no lo encontré.

Me senté en mi cama, me restregué los ojos y recordé que ayer lo había hecho mío más de una vez. Sonreí de satisfacción. Carajo, maldito Styles, ¿por qué tiene que ser tan tierno y al mismo tiempo tan follable?

Me levanté y me estiré, para luego meterme al baño y echarme una ducha.

El recuerdo de haber estado dentro de él volvían a mi cabeza y me hacían desearlo de nuevo una y otra vez. Ah, carajo.

Después de un rato, ya estaba listo para largarme. Me fui caminando porque me despierto demasiado tarde como para alcanzar el autobús y no me da la gana de gastar dinero como para irme en el transporte público.

Me puse los audífonos y sin querer comencé a pensar en Harry, otra vez.

"Eres mío, futbolista de cuarta".

Sonreí sin querer después de recordar esa frase y la forma en que decía mi nombre entre orgasmos... ¡Ah, mierda! Lo necesito ya.

Creo que Harry es la única persona que puede sacarme tantos orgasmos como sonrisas estúpidas.

Después de un rato, sin siquiera darme cuenta ya había llegado al instituto.

Hora de sacarme a Harry de la mente.

Aunque será algo difícil, es decir, siempre lo tengo en la mente, desde hace mucho tiempo, pero ahora que sé que me corresponde, más.

—¡Eh, Lou! —Zayn llamó mi atención viniendo hacía mí con una sonrisa.

Nos saludamos con la mano, haciendo el típico chocar de palmas y puños.

—¿Cómo va todo? —le pregunté mientras caminábamos por el pasillo.

—No me quejo —habló mirando hacía el frente.

Pude visualizar a Harry en los casilleros que iba con su ropa normal y una bufanda color burdeo. Estaba con sus amigos y ése estúpido pelirrojo. Todo el mundo sabe que ese idiota es gay, y lo es por Harry. ¿De qué tanto estarían hablando que Harry le sonreía?

—Oye, te estoy hablando —me dijo Zayn de repente.

—Eh... ¿qué pasa? —le pregunté desconcentrado.

—¿Por qué mirabas a Marcel y a cabeza de zanahoria? —me preguntó una vez que ya los habíamos pasado.

—Por nada. Me sorprende lo gay que son —me excusé y él rió.

—Sí, es verdad. Dan un asco de la puta madre.

Lo miré por dos segundos antes de que alguien se me lanzara encima. Briana. Por suerte la alcancé a sostener y no caí hacía atrás.

—¡Lou! —dijo con su voz un tanto chillona y comenzó a besarme por toda la cara.

La bajé y ella me abrazó por los hombros.

—¿Qué pasa, Bri? —traté de ser amable, pero me resultaba algo un tanto difícil.

Comenzó a pasar sus dedos por mi cabello.

—Nada, tan sólo te extrañé.

Miré a Zayn, que estaba con otra rubia por su lado y no me hacía caso, pero por suerte, tocó el timbre indicando que teníamos que ir a clases.