Guerra de egos

Prólogo

Zoe PoV

—Hija, tu padre y yo necesitamos ir a las Bahamas a visitar a tu abuela que se encuentra enferma— Aclaró mi madre bien vestida mientras mi padre acomodaba sus maletas en la parte trasera de nuestro auto.
—No es justo- Murmuré entre dientes —Quiero quedarme sola—

—No podemos hacerlo, además no tenemos a alguien que pueda cuidarte—

—Tengo 17. Se cuidarme y lo sabes—
—No después de esa ''reunión'' con tus amigas. Así que tenemos pensado enviarte a un internado—

—Instituto- Corrigió mi padre. —Van a evaluarte, pero es ajeno a tu colegio. No te afectará—

—Esperen un momento ¿Internado?—

—Ya esta decidido—
Resoplé molesta y alargué mis pasos hacia mi habitación donde una maleta ya estaba preparada. No quería ir pero después de 30 minutos de discutir con mi familia decidí que no tenía sentido seguir replicando.

Busqué lados positivos y descubrí que quería respirar aire fresco, dejar este pueblo un tiempo y lo más importante: Olvidarme del estúpido de mi ex-novio.
Después de 1 hora de camino llegué y vi por la ventana mi destrucción.

Emma PoV

—¿¡Sabes!? ¡Ir de vuelta al internado y no volverte a ver será lo mejor para todos!— Grité molesta al chico que ahora era mi ex-novio.

—¡A mí ya no me interesas y si quieres puedo ir a empacar tu maldita maleta!— Respondió superando mi tono de voz.

—Conocerte durante las vacaciones fue lo peor del mundo— Aceleré mis pasos saliendo de la habitación, no quería que me viera llorar.

El no comprende que ir al Internado es increíble, increíble si dejamos de lado algunas veces a Rouse y más a Sofía que es muy problemática y siempre cuando causa un problema nos culpa a Rouse y a mí. Me harte de ello.
Aún con sus ventajas y desventajas, lo más importante es que sigo siendo capitana de animadoras y también soy parte del comité de bienvenida mi vida en el internado es buena y lo mejor es no tener que ver a los chicos molestos y sudorosos en clases.
Ellos no me interesan mucho, la escuela es mucho más importante aunque en este lugar las calificaciones no tengan valor. Me alegro de convencer a los profesores de dejarme aplicar la regla ''NNNB''.

Sofía PoV

Volver al Internado es una terrible idea, detesto tener que recibir a los alumnos nuevos. Lo más agotador es el hecho de quedarme con una de las nuevas en la misma habitación.
—Sofi, cariño ¿Estas lista para tu primer día de clases?- Saltó de alergía mi madre.
—No, estoy segura de que no quiero ir—
—Pero, tienes buenas amistades—
-Supongo que tienes razón—
Emma y Rouse son grandes chicas aunque sean súper estudiosas de las guapas y populares del instituto (Igual que yo por supuesto) Tras este tiempo, creo que he llegado a tenerles un poco de afecto.

Rouse PoV

—¡Alex, irás a ese internado té guste o no!— Gritó mi padre mientras jalaba a mi hermano —Y Rouse no olvides cuidar y vigilar a tu hermano de cerca— Yo asentí
Mis padres se fueron dejándonos mi hermano y a mí en la misma habitación, sin duda una bomba a punto de explotar.
—¿¡Por qué tuviste que recordarles lo de el maldito internado!?— Gritó furioso
—Lo hice porque quiero volver a ir— Me defendí —¡Además tu estás en el equipo de fútbol y eres un chico popular no se porque no quieres ir!—
—¡Porque conocí a una chica y no quiero dejarla!—
—¿Y por qué no le dijiste a papá? Tal vez te hubiera apoyado- Reproché
—Estoy harto de que solo pienses en ti, te odio— Sus palabras me dieron en el corazón.—Yo quiero disfrutar la vida—
—Ah si, como no. Yo no soy el estúpido Alexander que se emborracha todos los fines de semana. No me importa lo que me digan, ni las consecuencias.— Me miró con una sonrisa mientras preparaba su respuesta.
—Por lo menos lo paso bien. No como ''otra'', que se queda encerrada los fines de semana, porque no tiene amigas, solo viendo películas mientras toma helado— Suspiró —Por lo menos tienes a esa tal Emma a la que llamas "amiga". No sé cómo te pudieron considerar una de las más populares en el internado— Más que dañar mi corazón, dañó mi ego.
—¿Sabes qué? Creo que ir a un internado fue lo mejor que me haya pasado, y cuando estemos allá no necesitaré de ti ni de nadie más— A escepción de Emma, pensé. —Tu y yo podremos ser hermanos pero allá no nos conoceremos— Subí a mi habitación con un nudo en la garganta. Odio a mi hermano y a todos los hombres.