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Llegamos a la casa,mi padre y madre salieron a darme un abrazo aunque esta furiosa horas antes al verlo se me había pasado todo lo único que quería era abrazarlos tanto que compensara los días, meses y años que pase sin saber que era un abrazo de mis padres.
Subí a mi cuarto y abrí la maleta para ubicar mi ropa en el armario y escuche la voz de Antonio en el corredor mi corazón se estremeció (por que estoy sintiendo esto, que raro sí yo no había sentido sensaciones igual a esas)
Seguí arreglando mis cosas en el cuarto y encendí el portátil para escuchar soy ese de aldeanos me acosté en la cama y estaba pensando o imaginándome todo lo que podría pasar de ahora en adelante en el instituto, el barrio, amigos, padres, y Antonio... La sonrisa, su mirada, los labios  ¿Antonio? ¿Que? ¿Por qué estoy pensando en el?
Tengo que enforcarme en cosas importante.

Baje hacia la cocina a ver que podía comer pues estaba muriendo de hambre. Para mi sorpresa está el hay tomando un jugo y distraído se veía tan lindo.
-Hola celeste
-Hola Antonio
- ¿que tal tu nuevo cuarto?
- lindo es más de lo que yo esperaba
- oye cuando te quieras divertir o salir llámame (entregándole una tarjeta con su número)
-gracias pero no creo que sea necesario, pues mis padres no me dejarán salir
- y quien dijo que ellos se enteraran (guiño el ojo)

Celeste hizo un gesto tímido y  sonrió

SumisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora