riendo

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Tuve que terminar mi trabajo con tío henry quien resultó tener las vidas de un gato, maryl me instaba a terminar rápidamente con él antes de que este hablara.

Me dirigí al hospital, cuando mi abuela nos dejó sólos en la habitación, escuche en la entrega de turno de las enfermeras quienes aseguraban que
el tío henry no soportaría mucho si no usaba el oxígeno, entonces vino a mi la idea de desconectar la cánula del aparato que proveia de oxigeno al tío, sin quitarsela de la nariz, la Abuela regreso y me preguntó por las novedades al ver la cánula en su nariz no sospechó nada, el tío se empezó a tornar azúl, por la falta de oxígeno mientras la abuela cabeceaba del sueño pues se había quedado a su lado durante la noche sin pegar el ojo y no quería dejarlo sólo hasta que mejorara, depronto el tío empezó a hacer un esfuerzo grande para respirar, su pecho se hinchaba y de repente dejaba de respirar por unos segundos y de nuevo, yo me interesaba en que la abuela no despertara, de pronto fue definitivo, su respiración cesó por completo, esperé algunos minutos que parecieron eternos, cuando me asegure de que no volvería a tomar aire y vi sus ojos fijos en el infinito, grité.

- ABUELAAA ALGO LE PASA AL TIOOO!!

- No henry , no henry, gritaba de pronto salió corriendo por la puerta en busca de ayuda, entre tanto conecté la cánula de nuevo.

La Abuela regreso con un doctor y dos enfermeras quienes buscaron en vano sus pulsaciones, el doctor lo obscultaba con su fonendo buscando algún mínimo latido, maryl del otro lado de la cama hacia un ademán triunfo. Le fue dada la noticia a la abuela quien lloró amargamente y yo le acompañe en su lamento, lloramos abrazadas.

- el tío henry, fue como el padre que no tuve, dije llorando en su funeral, mientras maryl tapaba su boca para contener su risa, aún cuando nadie más la puede ver y mucho menos escuchar.

Rosas EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora