la casa abandonada

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Acaso tienes miedo?

-claro que no! dije mientras tomaba asiento a su lado en un culumpio ,un frío recorría mi espalda, mientras los vellos de mi nuca se erizaban. Mía mirab interesada al horizonte y me hizo mirar curioso pensando que alguien se acercaba tras de mi.

- que? Pregunté

- de que? Respondió como si se burlara de mí.

-Me pregunto que habrá allá, dijo Ella cambiando de tema bruscamente, mientras miraba hacia el cielo.

- te refieres a las estrellas?

- si, tú crees que existe vida en otros planetas?

- no lo sé, creó que sería un verdadero desperdicio de espacio si no.

- la abuela dice que no, dice que Dios nos hizo sólo a nosotros y que las estrellas las hizo para que las contempláramos, pero que sabe la Abuela, es sólo una anciana senìl temperamental.

Sus palabras sonaban raras siempre vi a Mía como una niña tierna y obediente, sin embargo, empezaba a conocer su otro lado y lo peor es que me gustaba esa mezcla de rebeldía con inmensa dulzura.

Tiempo más tarde nos dirigimos hacia una casa abandonada situada a algunas calles del parque, saltamos la cerca de madera, y nos metimos por la puerta de atrás, debo admitir que el miedo me invadía, que sólo la compañía de Mía, me tranquilizaba y me alentaba a seguir adelante, estaba sucio,el olor de la humedad me embriagaba, haciendome sentir náuseas, Mía encendió mi linterna para mirar, la que debió haber sido la cocina estaba destruida, traspasamos la puerta que se dirigía al desván, camine detrás de Mía, cuando escuchamos ruidos en el segundo piso, eran pasos que hacían crujir la madera , mis rodillas se aflojaron de la impresión, creó que mis mejillas perdieron color, Mía apagó la linterna a la vez que abrió silenciosamente la puerta que estaba bajo la escalera que llevaba al segundo piso, me tomó por la franela haciendome entrar, me deje arrastrar me situé detrás de ella,esta entre cerró la puerta segundos después vimos pasar tres sombras, me sentía desfallecer, mientras Mía apretaba mi mano sudorosa.

Algunos minutos más tarde cuando recupere en algo mi cordura le pregunté muy quedo.

- so son fantasmas?

- los fantasmas no fuman hierba, me dijo en tono despreciativo. Mejor demosles un susto que te parece.

- un susto? Pregunté confuso

- sí que tal si les damos el susto de sus vidas, pondré mi cabello en mi rostro y me parare silenciosa en esa esquina de la habitación, su tono de voz me decía que se sentía emocionada por la pilatuna, luego tu darás fuertes portazos, estoy segura de que huirán despavoridos.

Acepté ,más por la inmensa emocion que esto despertaba en ella , que por convicción.

Así lo hicimos al escuchar los primeros gritos de miedo de las víctimas de la charada, empecé a dar duros portazos, y entonces ocurrió algo increíble , para lo que jamás tendré explicación, un fuerte viento irrumpió en la casa abriendo las ventanas, escuche como huían con gritos de desesperación.

Unos segundos después apareció Mía muerta de la risa.

-que fue ese ventarrón? Pregunté.

- no lo sé , sólo viento en un momento muy oportuno, afirmó restándole importancia.

Esa noche sólo soñé con ella recordé el olor a fresas de su cabello, el roze de su mano y el susto que se debieron haber llevado esos sujetos.

Definitivamente estaba enamorado de Mía, de su ternura, de su carácter definido aún apesar de su corta edad, pero además me atraía su forma de hablar, como si conociera demasiado bien el comportamiento humano.

Algunos días después escuche el rumor de que en la casa abandonada habían sido atacado a unos universitarios que habían ido a explorar,que el espíritu de dos niñas rondaban el lugar, que una de ellas se les había aparecido de repente en la sala y la otra había abierto de par en par las ventanas de la casa apareciendo en el centro del lugar, decían que al intentar huir uno de ellos había sido degollado y los otros huyeron. De verdad es gracioso darse cuenta de como la gente aumenta el valor a sus historias con mentiras para hacerlas aún más interesante

Rosas EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora