Lobos Ancestrales: Nova

2 | Calma

NOVA

Siento que mi cuerpo es acariciado suavemente, mis labios son besados por otros, y mi cuerpo entero vibra pidiendo más de ese toque, unos brazos me tienen estrechada, siento que sigo acostada ya que mis ojos están cerrados, al abrirlos, veo una cabellera color cobre, la acaricio suavemente, con cariño.

Sonrío al sentir tal calor invadir mi pecho, el cuerpo es grande y fornido, no me importa quién es, pero qué bien se siente estar así.

-Te quiero- murmura, a lo que yo sonrío tierna.

-Yo también te quiero- mi respuesta hace que el sujeto voltee a verme y jadeo en respuesta.

Sus ojos azules, pestañas largas y rizadas, pecas adornando el rostro, piel pálida levemente bronceada.

-¡Zack!- chillo asustada; ahogo un quejido cuando siento finalmente el impacto del piso -Joder- gruño

-¿Nova?- como un rayo Becca entra a nuestra habitación, luciendo su cabello falsamente pelirrojo en un moño alto en su cabeza, una sudadera extremadamente grande y larga, y pantuflas de conejito.

-Me caí- ella se burla.

-No me digas, Sherlock, juraría que querías contarle un secreto al piso- le saco la lengua y luego, mi poderosísimo dedo medio.

-Pendeja- murmuro.

-Idiota- murmura de vuelta, saliendo de la habitación.

Y ahí me quedo siendo en efecto una idiota.

La alarma de mi celular suena, indicándome que son las 7:15, gruñendo a todo lo que está a mi paso, me visto con un pantalón de mezclilla roto de casi todos lados, modestamente roto, tampoco es que quiera verme indigente. Escojo una blusa de The Mandalorian, me coloco las Vans de ayer y salgo a las duchas para lavarme la cara y los dientes, en la fila me encuentro con compañeras, quienes me saludan animadas y les devuelvo el saludo, no conozco a ninguna pero no estaría nada mal conocer.

Cuando avanzo, veo que son las 7:45, joder y tengo que ir al comedor por algo de comida o me desmayaré.

Me lavo todo rápidamente, guardo mis cosas en mi mochila, ya que no me dará tiempo de pasar al dormitorio otra vez, en el camino ato mi cabello en una trenza y trato de verificar que tengo todo listo para clase.

¿Comida? Descartadísima al ver como el comedor está hasta el culo de lleno, camino al edificio de ciencias, trato de ubicar mi salón, choco con algunos cuerpos, son maldecida algunas veces, otras recibo adevertencias, y otras, creo que otras son cumplidos a mi cuerpo, que quisiera no haber escuchado.

Le mensajeo a Kendall un SOS comidoso, a lo que él responde con "Llevaré tu desayuno en cuanto pueda, tqm y sé la más perra de todos". Después de ese mensaje, el profesor entra, se presenta, puedo notar que ha de tener unos treinta o cuarenta años, percibo un aroma a tabaco, lo que me marea, sigo el olor y viene del profesor, también tiene notas amaderadas y cítricas, huele interesante.

Siento que me mira por un segundo, le sostengo la mirada, no me siento intimidada, me siento intrigada por él.

La clase del profesor Durheim pasa rápidamente, mi hoja está llena de apuntes y uno que otro dibujo de ojos, la campana suena alertándonos del cambio de clase, con el que debemos salir del salón para que otros entren y cambiar de "aire".

Salgo del salón y veo a Kendall acercarse, luce un pantalón de mezclilla, unas Vans negras y una camiseta de Megadeth, su cabello está peinado hacia atrás, se le ve muy relajado y me sonríe apenas me ve.

-Mi amor- abre sus brazos, pero mi hambre es más grande que mis ganas de abrazarlo.

-Presta- antes de que pueda reaccionar, tomo mi comida de sus manos, dentro de una bolsa de cartón están unos tuppers con comida, me encuentro con un té masala (té chai) caliente, fruta picada con granola, miel y yogurt, en otro tupper hay unos waffles pequeños y en el último tupper hay una ensalada de vegetales acompañados de pollo al sartén -Kennie, luce delicioso- murmuro con la saliva a punto de salir de mi boca.