Capítulo 4

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Tapó mi boca con mis manos y el camina hacia mi.

- Hola muñeca, esto es para ti. Me dice dándome el ramo de flores.

Yo aún estoy impresionada, jamás había recibido un ramo de flores y mucho menos así de grande o mejor dicho, gigante.

- Gracias Zack, que bonito detalle. Digo tomando el ramo y dándole un beso en la mejilla.

A pesar de lo que paso, no sé si deba besarlo en la mejilla o en la boca.

- Bueno muñeca me alegro que te guste, se que es un poco grande y muy rápido, pero me pareció un lindo detalle para una linda muñeca como tu.

- Oh muchas gracias, me siento halagada.

- De nada muñeca.

Caminamos hacia su auto, él abre la puerta del copiloto para mi, yo entro, el rodea el auto, entra en el, enciende el motor y lo pone en marcha.

- Estas extremadamente bella muñeca.

- Muchas gracias Zack, tu igual. Le digo guiñandole el ojo a lo que él sonríe.

Zack llevaba un pantalón negro ajustado, camina blanca de botones, zapatos muy elegantes y chaqueta de cuero negra igual que la mía. Tiene la pinta de un hombre malo, eso me excita.

Llegamos a un lugar que desde afuera se ve muy lujoso y romántico. Entramos y definitivamente por dentro también lo era.

Habían muchas parejas, flores y esas cosas románticas. Yo solo me sentía agobiada de tanto romanticismo.

Elegimos una mesa y nos sentamos.

- ¿Qué bonito lugar no?

- Sí esta muy bonito Zack.

Vino el mesonero, le dijimos nuestros pedidos y se marchó.

Yo deje el ramo de flores en el auto de Zack porque es exageradamente grande.

En un rato el mesonero trajo nuestros pedido, cenamos a gusto, hablamos de la entrevista y nos conocimos un poco más.

Zack tiene 2 hermanos mayores y una pequeña, acaba de salir de una relación de un año y ahora esta felizmente soltero.

- Hey?. Me dice agitando su mano.

- Oh si, disculpa.

- ¿En que piensas muñeca?

- Nada, lo siento. ¿Decías?

- ¿Quieres ir a otro lugar?

- seguro.

Zack Zack le hace señas al mesonero para que traiga la cuenta, el llega, Zack le da el dinero y salimos del lugar.

Caminamos a su auto, entramos en el, lo enciende y lo pone en marcha de nuevo.

- ¿A donde vamos ahora?

- A un lugar que estoy seguro que te gustará.

- Veamos si es así.

El sonríe y yo no puedo evitar hacer lo mismo, tiene una hermosa sonrisa.

Llegamos al lugar y tuve que quitarme los tacones antes de bajar del auto, Zack también hizo lo mismo ya que me ha traído a la hermosa playa, que solo está alumbrada por la luz de la luna y embellecida por las espectaculares estrellas brillantes.

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