—Zera, me estás poniendo de los nervios, niña.
Mi tía Porlysica no tiene mucha paciencia y cuando me emociono me vuelvo muy inquieta. Al final me echa de su casa a patadas. Tengo que intentar no fangirlear mucho cuando vaya a comer a su casa o me odiará por el resto de la eternidad.
¡Pero no puedo evitarlo! No nos está haciendo falta prácticamente meter las narices entre Zeref y Mavis para juntarlos porque ellos solitos nos hacen el trabajo. ¡Por las hadas! ¡Qué tienen una cita esta tarde!
Obviamente, iré a ver que todo vaya bien.
Son tan monos, tan adorables... cuando se encontraron por primera vez en Earthland también lo eran. Yuriy actuaba como un hermano mayor celoso, como lo acabará haciendo el Laxus de este mundo. Se nota que son familia, aunque en este universo paralelo no tengan parentesco.
Tía Porlysica tampoco es de aquí, como yo y Zelty. Ella es la Grandeeney de un mundo ya destrozado a la que mis abuelos adoptaron antes de tener a mamá. Que por cierto es su contraparte aquí. Es una cosa rara, pero realmente aquí todo es raro.
Aquí existo sin ser una ilusión porque mi alma sustituyó a la de la verdadera Zera de este mundo. Era eso o que ella muriese.
El caso es que Yuriy actuaba como un hermano celoso y Laxus va por el mismo camino. Estoy deseando que eso pase ¡será genial!
Escucho las risas de Wendy cuando tía regaña a mamá por dejar que Charle juegue con sus plantas. Yo me rio disimuladamente cuando Porlysica le da un capón a Wendy y la riñe a ella también.
Auch, me acabo de ganar un golpe.
Mamá suspira por la situación ya común entre nosotras, se levanta y coge a Charle del suelo.
—Bueno niñas, nos vamos ya. Dejemos descansar a vuestra tía.
—¡Bien! ¡Paz y tranquilidad!
—Exageras un poquito, tía —comenta mi hermana con una sonrisa muy tímida.
Porlysica sonríe casi imperceptiblemente, adora a Wendy. Yo también la adoro.
—Yo me voy a quedar un poco más, mamá —digo tranquilamente.
—¿¡Qué!?
—Tengo que hablar contigo, tía querida.
Ella suspira y asiente.
—Esta bien, mocosa.
—Entonces Wendy y yo nos vamos ya, cielo —mamá se acerca y me da un beso en la frente.
Nos despedimos de ellas y nos quedamos a solas. Mi tía se queda callada mirándome, esperando a que empiece. Suspiro y digo:
—Ayer hablé con Zelty.
Me mira inexpresiva, esperando a que continúe.
—Han empezado a moverse de nuevo.
Suspira y se lleva una mano al puente de la nariz.
—Entonces no eran imaginaciones mías. Esos desgraciados quieren destruir este mundo ahora.
En el mundo de esta Grandeeney, de mi tía, ya lo consiguieron. Ella se salvó, pero era sólo un bebé cuando pasó y todos los recuerdos que tiene son gracias a Zelty y a la Zelty de su universo, que murió hace relativamente poco, aquí.
—Tengo que conseguir gente para que los proteja, gente que los quiera y no me tome por loca —susurro un tanto entre dientes, me aterra la idea de que nadie me crea.
—Zelty puede convencerlos, la magia de tiempo es muy útil en estos casos.
Miro a mi tía un tanto dubitativa, pero es algo totalmente cierto.
~×~
Micrófono, listo.
Prismáticos, listo.
Cámara de fotos, listo.
Disfraz de transeúnte normal y corriente, listo.
Natsu y Laxus, listo.
Sólo falta que la parejita llegue.
Quedé con Natsu y Laxus a las cuatro y media. No tenía planeado hacer esta operación de seguimiento con ellos, pero el de lo rosa me mandó un mensaje y no pude evitar aceptar su invitación para unirme a ellos. Sobretodo porque la idea fue de Laxus y ¡eso es tan tierno! Un hermano celoso, sí señor. Mira tiene trabajo, es una pena que se lo pierda.
A mi lado los hermanos de mi OTP no se quedan quietos. Laxus está nervioso y un pelín irascible y Natsu... es Natsu. Giro la cabeza para mirarlos y hago un gesto con la mano para que se callen.
—No hagáis tanto escándalo, que llegaran en cualquier momento. Como nos pillen daos por muertos —regaño haciendo un puchero. Qué poca profesionalidad, por favor.
—¡Aye, sir! —bromea Natsu.
En realidad sólo me preocupa que nos pille Mavis y hay que andarse con cuidado porque a pesar de ser un tanto inocente y bastante despistada no tiene ni un pelo de tonta. Zeref, bueno, el ya sabe que estamos aquí incluso sin llegar. Nastu me lo confesó al avisarme del plan de Laxus. No obstante, el rubio no sabe nada de que Zeref es consciente. Y mejor que siga así.
Mavis llega primero y Zeref no tarda mucho más.
Zeref se acerca y con una cara un tanto seria y neutra coge la mano de Mavis y posa levemente sus labios en ella. Mi mejor amiga se sonroja. Contengo un chillido de emoción y nos toca sujetar a Laxus para que no mate al hermano de Natsu. ¡Ay, son tan monos! Zeref señala hacia el parque y Mavis asiente. Van hacia allí con paso tranquilo.
Es hora de moverse.
Les hago una seña a el par que está a mi lado para que me sigan y avanzamos con discreción. Paramos a por helado para disimular un poco y vamos lo suficientemente cerca de la pareja par ver lo que pasa y lo suficientemente lejos para pasarles inadvertidos. Deciden sentase en un banco frente al estanque. Creo que es hora de montar el equipo.
Los arbustos que están detrás de ellos, elevados por un desnivel del terreno, son perfectos como base temporal. Mientras Natsu y Laxus terminan de esconderse conecto el micrófono para ver que están diciendo. Le doy el aparato a Laxus para que lo sujete y a Natsu le dejo la cámara. Me pongo los auriculares para empezar a escuchar y me cuelgo los prismáticos del cuello.
—¿De qué están hablando? —me pregunta Laxus en un susurro, ansioso.
—De mitología. Hadas —respondo, concentrada.
A Mavis le encantan, así que no es un tema extraño en ella. Me sorprende que a Zeref también le guste.
Como ya es costumbre en estos días siento la cercanía de los desgraciados que quieren machacar a Mavis. Los estaba esperando. Le dejo los auriculares a Laxus y me concentro en buscar el origen de la repugnante presencia. Veo a un chico al otro lado del pequeño estanque. Es bastante joven, sin embargo por alguna extraña razón no soy capaz de visualizar muy bien su aspecto.
Tiene que ser él.
Frunzo el ceño, es odioso que no seamos los únicos que estén espiando la cita de estos dos.
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Lo que nunca pudimos ser
Fanfic"La guerra contra el imperio Álvarez es inminente, todo el mundo percibe la calma antes de la tormenta. Magnolia está vacía y el silencio es apabullante. En la segunda planta del gremio de Fairy Tail se encuentran el maestro Makarov y el espíritu de...