Capitulo Dos

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Al día siguiente...

Me desperté con dolor de cabeza, algo normal en una chica de 17 años, entonces me tomé una pastilla para el dolor cuando se me apareció un chico aparentemente de 20 años, con un color de ojos verde intenso, perilla y blanco de piel. Su vestimenta era algo inapropiada ya que vestía como “Un Mendigo” me sentí algo incomoda en ese momento.

-Hola, ¿Adelle?-preguntó dicho elemento.

-Si, ¿Como sabes mi nombre?

-Tu, tienes un libro de color azul con un dibujo en la pasta ¿Verdad?

-Si ¿Como sabes de la existencia de ese libro?-pregunte algo impresionada.

-Deja ya las preguntas y vamos a tu habitación. Te lo explicaré todo.

Hice exactamente lo que dijo, ya que las pintas de callejero que llevaba y lo poco convincente que resultaba me hicieron pensar cosas muy, como decirlo...

Al entrar en mi habitación puso una rara expresión, y yo pensé “Vale... Como puedes poner esa cara, mi habitación es muy chula, al menos eso pensaban mis amigos, además ¡Da igual! La e decorado yo y me encanta...”Las paredes eran de color azul verdoso y los muebles y suelo de madera;  Al fondo a la derecha, estaba mi enorme armario. Al lado, la puerta que conducía a mi cuarto de baño personal y a ambos lados de la cama, dos mesillas que contenian en la parte superior dos objetos.

-¡Perdona!-dijo de repente.-No me e presentado, que tonto... Soy Derek.

-A, bien.-sonreí.

Cogió el libro y se puso a mirarlo. Algo me decía que el sabía lo que hacía y que podía confiar en el. Estuvimos hablando sobre aquel misterioso libro durante unas horas, cuando se oyó la puerta.

-¡Adelle ya estoy aquí!

Era mi madre a si que le dije a Derek que se escondiese, pero no me hizo caso.

Mi madre subió las escaleras.

Cada vez estaba más cerca de mi habitación y el seguía sin decir ni hacer nada, cuando...

-Tranquila, no me puede ver.-Aseguró el.

-Estas loco tío. ¿De qué coño vas?

-JAJAJA, de mi.-Dijo riendose.

-Que gracia...-Puse los brazos en jarras.-Chiste malo...

Se abrió la puerta.

-Cariño ¿Con quién hablas?

-Eeeee...

Solamente Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora