GALAXIAS

247 25 8
                                    

Una historia escrita por Rosa Perdida

Soy Claire y esta es mi historia, una historia llena de galaxias.

Todo comenzó en mi cumpleaños número 5, estaba durmiendo cuando aquel niño apareció en mis sueños, su cara la cubría un antifaz escarlata, sus ojos fueron mi refugio, pero me preguntaba ¿Cómo es posible que un simple sueño se convierta en el centro de tu mundo? y no se trataba solo del sueño, era él.
Nunca me sentía sola, esperaba ansiosa la noche para volver a verlo, se convirtió en mi aliado, amigo y primer amor, su mayor deseo era el de un día conocer lo que estaba fuera de mi universo (mente), y yo también lo anhelaba, todo en él era un misterio, un misterio que yo debía descubrir.

Al principio no comprendía de por qué él había aparecido en mis sueños, pero después de tantos momentos juntos dentro de aquellas nubes blancas entendí que estábamos hecho el uno del otro, que si yo moría él moriría conmigo, y, aunque todos decían que estaba loca, él y yo sabíamos que no era así.

Fui creciendo y él también, todas mis noches él me acompañaba dentro de mis sueños, cada cumpleaños lo festejábamos juntos, pero nuestro amor creció y nosotros también, un día la amistad que teníamos se convirtió en algo más solido, recuerdo claramente como los nervios se expadieron por mi cuerpo al escuchar decir:  "¿Deseas ser el motivo de mi regreso en cada una de tus noches?" no sabía si despertar de ese gran sueño o quedarme ahí para siempre. Él era mi galaxia y yo su razón de existencia.

Cierto día se fue a Barnard, su lugar de creación, se hizo eterno su regreso, pero cuando volvió supe que yo había sido el motivo de su regreso, y eso me hizo la mujer más feliz del universo.

Pero anoche cuando estuve con él, fue diferente, sus ojos se veían más alegres y sus manos estaban más cálidas de lo normal, sentí unas inmensas ganas de abrazarlo, pero él se adelantó. A su lado no necesitaba nada más porque él me protegía, deseaba que saliera de mis sueños que fuera parte de mi vida todos los días, encontrarlo en mi cama cada amanecer diciéndome que no se volvería a ir, que se quedaría conmigo para siempre.

- Quiero mostrarte el lugar de donde vengo_ susurró en mi oído con su voz varoníl que hacía estremecer mi cuerpo. En todo el tiempo que teníamos de conocernos nunca había ofrecido llevarme a su galaxia.

- No tienes que hacerlo Zedd, me gusta que seas ese chico misterioso de mis sueños, el cual solo yo conozco. Y con el que he sido tan feliz.

- Quiero hacerlo, así tendrás todas las bases para amarme o destruirme.

- Solo quiero amarte, amarte una eternidad. _ Hizo un ademán para que tomara su mano y cuando lo hice sentí mi corazón dispararse por todos lados, vi delante mío constelaciones, satélites, asteroides, todo pasaba por delante de nosotros, íbamos revoloteando cuerpo a cuerpo, esquivando todo. No puedo negar que sentía miedo, pero sus brazos eran mi calma.

Luego sujetó más mi cuerpo y entramos en su galaxia, todo en ella era diferente, las estrellas tenían más potencia que la de la vía láctea, necesitaba llegar al lugar porque aún no podía creer todo lo que estaba observando. Sentí como la adrenalina del momento disminuía, esa era la señal de que estábamos por llegar.

- Todo es tan diferente a la tierra_ declaré asombrada por lo que estaba observando.

- Este es solo el comienzo de un gran recorrido, ¿Te gusta?

- ¿Hay más?, es precioso Zedd, es tan precioso como lo eres tú.

Me acerqué a él y tomé su rostro con mis manos, necesitaba saborear como se sentía besarle en su galaxia o tal vez solo era una excusa para sentir sus labios sobre los míos, sus grandes brazos me rodearon, no dude más y lo besé, primero fue un beso tibio, sublime e ingenuo pero el atrapó más mis labios y el beso se intensificó llenándonos de pasión.

GalaxiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora