Assassin Love → |KaiSoo|

One

  -Aparentemente ya es de día.- Miro la hora en mi móvil y suelto un largo suspiro.- Al menos rompí mi record.- Eran las 18:45 de la tarde y yo aún seguía durmiendo.- Tendré que decirle a Kai que no podemos hablar hasta tarde...- Miré a mi lado y allí estaba mi cachorro.- Vamos Jack.

El pequeño animal dio un salto de la cama y empezó a seguirme por todos lados.

-Hoy no creo que tenga trabajo.- Y como si yo lo hubiera invocado, mi celular, el cual solo era para llamadas de mis hombres, comenzó a sonar.- Mierda.

Camine de un extremo de mi habitación hacia el otro, agarré el móvil y contesté.

-Dime que es algo importante...- La respiración pesada de uno de los chicos se escuchaba.- ¡Habla rápido!- Insistí.

-Perdón señor, arruiné todo.

-A ver...- suspiré mientras pasaba mi mano por el cabello, despeinándolo.- Dime que hiciste.

-A-accidentalmente maté... maté al hijo del empresario, señor.

-¿Qué? ¿En serio?- Contuve las ganas de reírme.

-¿Se está riendo señor?

Carraspee la garganta.- No, claro que no.- Con una sonrisa en mis labios continué hablando.- La próxima vez ten más cuidado Chanyeol, ¿está bien?

-S-sí señor, no volverá a pasar. Adiós.

-Adiós Chanyeol.

Apenas corté la llamada comencé a reírme histéricamente. Ese cabron merecía morir desde el día en que salió de la vagina de su madre.

*

*

*

Después de unas horas, aproximadamente a las diez de la noche, decidí llamar a Kai.

Marque su número, pero este no contestaba, estaba por decirle a uno de mis hombres que vayan a vigilarlo... solo por si acaso.

Pero luego el me devolvió la llamada.

-¡Hey Kyung!- Él tan alegre como siempre, sonreí al escucharlo.

-Hola Kai... ¿Cómo te va amigo?- La misma conversación de siempre.

-Estoy por ir a cenar con Sehun y unos amigos. ¿Quieres venir?

-Oh... no, no te preocupes.- Reí.- No quiero arruinar tu noche junto a tu galán.

-¡Ya te dije que no soy gay!- Comenzamos a reírnos.

-Como digas, Kai...

-¿Qué pasa? ¿Kyungsoo?... ¿Hola?

-Ah, si... perdón. Que tengas linda noche con tu chico.- Una risa áspera sonó de mi parte.- Adiós.

-¡Hey Kyung!

-Ya... como sea, adiós.- Y corté la llamada.

Sentía como la sangre me hervía, ¿Por qué siempre tiene que estar con ese estúpido oxigenado? ¿Acaso ahora él es su mejor amigo? ¡No! ¡Claro que no! Yo soy su mejor amigo, y no puede cambiarme... aunque lo intente no podría, yo no lo dejaría.

Agarré mi otro celular y llamé a uno de mis mejores hombres.

-Hola señor... ¿Qué necesita que haga?