Traansvalum Express

68 1 2
                                    

-¿Por qué crees que nos enviaron con la  tía Arianna tan de repente?- le preguntó el pequeño a la chica

-Realmente no lo sé-respondió la chica de cabellos rojizos y piel color canela

El niño continuó jugando en su consola de videojuegos, mientras que la chica miraba con detenimiento a través de la ventana con un rostro algo nostálgico, parecía que su vida careciera de algo; esto me hizo sentir un poco de curiosidad frente a ella, había escuchado a cerca de su posible llegada, sin embargo, nunca había llegado a pensar que podía encontrarla en el expreso y menos tan cerca a mi hedionda y malévola existencia.

Me he convertido en un monstruo desde aquella riña en Berlín, mis amigos humanos me abandonaron y mis encantadores padres decidieron enviarme a Armsenn, me he aburrido en este viaje de casi 5 horas, no quiero dormir y menos ponerme a leer un libro.

Puedo decir que lo único positivo es que ya no debo regresar a esa inmunda preparatoria a tener que soportar los tormentos de mi ex maestro de Física y los constantes acosos de la chicas de mi grado o de grados inferiores; para ser honesto aún no he llegado a interesarme en una chica de manera sentimental, solo las he usado para motivos estrictamente académicos.

-Creo que ver por la ventana es mi único remedio- me dije en voz baja, lo cual prácticamente fue un murmullo

Alguien empezó a punzarme en el hombro parecía querer llamar mi atención, asi que me giré y vi al niño mirándome con detenimiento

-¿Porqué te enviaron a Armsenn?-preguntó con una expresión expectante en su rostro

Le miré algo aturdido y respondí- por que soy un monstruo- le sonreí evidenciando mis colmillos con la intención de asustarlo un poco, acción que no sirvió de nada ya que desperté mas su curiosidad.

-¿Acaso eres de los que se esconden bajo la cama?-preguntó, el tono que usó causó que la chica que lo acompañaba se riera un poco y se girara hacia nosotros.

-Damen no lo molestes-le dijo sonriente- Discúlpalo, es bastante curioso- dijo e hizo que le niño continuara juagando en su consola; su voz me llamó demasiado la atención era la primer vez que me sucedía algo de ese estilo, parecía que la hubiese escuchado antes en algún lado.

Decidí continuar viendo el aburridísimo paisaje del viaje esperando tal vez no sé ¿Caer dormido?

Ya estaba mas aburrido de los que se cree posible y volví a sentir leves punzadas en mi espalda, era el niño al que llamaban Damen, molestándome de nuevo

-¿Ahora que quieres?- pregunté ya algo molesto

Me miro con desdén y prosiguió a enseñarme la lengua con burla, acción que me sacó de casillas. Molestarme en un momento como ese no era el indicado; le agarré del brazo con fuerza pero él se prendió en llamas de repente así dejándome una seria quemadura en mi mano.

Grité así despertando a la chica, que al abrir los ojos pasó de una expresión de serena a un enfado en cuestión de segundos

-¿Qué demonios sucede aquí Damen?- preguntó con una expresión que hizo que el chiquillo se pusiera pálido, lo que él hizo fue señalarme de inmediato y yo me puse rígido al instante ¿Sería el pánico?, fuera lo que fuera solo fue fugaz – Este niño me ha estado molestando- le dije a la chica bastante enfadado ya a punto de levantarme del asiento.

Me miró con los ojos llenos de furia por un segundo y de inmediato dirigió su mirada hacia el chiquillo, le agarró de la oreja y le regañó cual madre, traté de no reírme pero el hecho de retener la risa se me hizo imposible; dejé salir una carcajada y ella se volteó con rapidez hacia mi y me miró con cara de “¿Qué es lo gracioso?” a pesar de que su mirada me intimidó un poco, me gustó haberme reído. Ella cambió de asiento con el pequeño y esta vez quedo junto al pasillo, con la intención de evitar otro posible problema entre el niño y yo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 12, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Canción de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora