Capítulo 1 ✞

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10 de febrero de 2015

Marylin preparaba las maletas pensando que mejorarían las cosas con Jack, su novio, por aceptar ir con él al pueblo dónde viven sus padres. Quería olvidar todos los engaños que había sufrido por su culpa, ella lo amaba, pero Jack no le devolvía nada de lo que la muchacha le brindaba.

— Mary, ¿Estás lista cariño? —preguntó el señor de mayor edad, con su caballera completamente blanca y sus ojos celestes.

— Si abuelo —respondió suspirando, pero luego le sonrió al viejo anciano que tanto quería.

— Te extrañaré mucho, viejo resongón —comentó la joven mientras se fundían en un gran abrazo.

— Solo serán tres semanas, pequeña —sonrió de lado— Disfruta y llénate de energía para comenzar la Universidad

— Está bien —susurró— Cuídate, no comas con mucha sal y no salgas a correr —su mirada era acusadora— Te estaré vigilando

— No soy un niño pequeño. Sé lo que tengo que hacer. Llámame cuando llegues y todas las noches antes de dormir. ¿De acuerdo? —levantó las cejas.

— ¡Si mi capitán! —contestó Mary, riendo.

Bajando las escaleras con las dos maletas escuchó un fuerte bocinazo lo que anunciaba que ya había llegado.

—Adiós —le besó una mejilla— Volveré pronto

— Ya vete, cargosa —se quejó el viejo entre risas ganándose una mirada amenazadora de su nieta.

— Me extrañaras, lo sé —dicho esto, salió por la puerta y la cerró.

Jack estaba recostado en la puerta del copiloto de su Jeep color amarillo, vestía con unos jeans desgastados y camisa blanca desabrochada hasta el medio del pecho.

— Hola preciosa —saludó el joven, sonriendo— ¿Estás lista para comenzar una nueva aventura con tu alocado príncipe? —preguntó mientras se acercaba a ella, le daba un beso y tomaba sus maletas para colocarlas en la parte de atrás.

— Estoy lista —contestó fingiendo una sonrisa.

Como todo un caballero, le abrió la puerta para que se sentara y luego la cerró.

Marylin miraba hacia el frente cuando el arrancó y salió hacia la avenida principal. No le apetecía hablar. Se sentía nerviosa, tímida e insegura, más de lo que ya era.

Nunca había visto a los padres de Jack y éste no hablaba de ellos tampoco. El sábado pasado le envió un Whatsapp proponiéndole tomarse unas mini vacaciones antes de ingresar a la Universidad, en el pequeño pueblito de Benzoma.

Según él, no quedaba muy lejos, unos treinta kilómetros, exactamente.

Dudó pero le confirmó que iría, haría lo que fuera para salvar su relación.

La había engañado, unos meses antes. Él dijo que fue un "desliz", lo que había hecho en un motel con Catherine. Vaya desliz, pensó con lágrimas en los ojos.

— Atardece y sigues callada. ¿Ocurre algo Mary? —preguntó el chico rubio mientras miraba hacia la carretera.

— Nada cielo—respondió sonriendo, mirando por la ventanilla.

— Mira, ese es el Parque Victorioso. Es famoso porque todas las parejas en San Valentín van allí —Jack lo señaló con su dedo índice.

Estaba ubicado al costado derecho de la ruta, unos faros iluminaban la entrada, solo se podía ver muchos árboles alrededor.

De repente, Jack disminuyó la marcha.

— ¿Ves allí? Es el pantano muy famoso del pueblo —puso voz tenebrosa— En esa agua podrida lanzaron el cuerpo de una chica, hace 35 años. Los lugareños dicen que todavía se puede escuchar el llanto de la chica pidiendo que su novio regresara con ella.

— Por dios, Jack. Sabes que no creo en esas cosas —dijo Marylin levantando las cejas— Pobre chica —susurró apenada.

— Y eso que no te he contado que le hicieron —comentó con aire de superioridad.

— Dímelo —exigió algo curiosa, la joven.

— No tiene importancia. Tu no crees en eso. Además, yo tampoco —rió, y en ese momento, finalizó la conversación.

Luego pensó, que ella no quería terminar como aquella chica. Llorando por su novio y que por lástima regrese con ella...

Victorious Park © #JusticeAwards2017 #SummerAwards2017 #EmpAwards #WritersAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora