Durante algún tiempo me dio por escribir historias, esas historias sólo tenían un escritor y dos espectadores, mi hermano Markus y yo. Las historias que yo escribía para él se volvieron un vínculo que nos mantuvo unidos durante algunos años hasta que falleció, así es cómo matábamos el tiempo y la terrible soledad a la que nos vimos sometidos en Blackfield. Markus y yo nunca fuimos buenos estudiantes, supongo que era porque ambos teníamos el presentimiento de que había algo más para nosotros.
Cuando ambos llegamos a Blackfield yo tenía doce y él nueve,escribía historias para él desde que tenía memoria, y ahora que estábamos totalmente solos, las historias se volvieron cada vez mas intrépidas y emocionantes. En Blackfield nunca estuvieron de acuerdo con que yo escribiera, de echo estaba prohibido y tenía que hacerlo a escondidas, disfrazando mis notas de cuentos con las de tareas para despistar a las institutrices a cargo.
En el orfanato no podíamos dibujar o pintar, mucho menos escribir ya que era considerado una pérdida de tiempo, nunca nos explicaron el por qué, pero si lo hacías las consecuencias podían llegar a ser bastante graves. Para que ni a Markus ni a mi nos agarraran, durante el recreo trepábamos uno de los espesos árboles que rodeaban Blackfield hasta que terminara el recreo, nunca nos cacharon y honestamente no nos daba mucho miedo que lo hicieran, ambos siempre fuimos muy astutos y podríamos inventar cualquier excusa en menos de lo que se imaginan, y obviamente esta sería apoyada por el otro de tal manera que fuera creíble.
Todos los domingos nos levantaban más temprano de lo usual, era el único día que nos bañábamos en la semana, no había agua caliente y teníamos un limite de tres minutos por persona en las regaderas, si te tardabas más simplemente te cortaban la presión. Después de ello a las señoritas nos llevaban a un cuarto aparte,nos lavaban los dientes con bicarbonato,después nos peinaban a todas con una coleta ajustada y nos vestían con un vestido azul oscuro con cuello blanco con bordado, el vestido nos llegaba hasta las rodillas e iba acompañado de unas calcetas blancas y zapatos negros impecables. Cuando estuviéramos listas nos llevaba a todas a la capilla de Blackfield para niñas a escuchar la misa, a niños y niñas nos ponían en diferentes capillas. Al terminar la misa ibamos a los comedores a desayunar y después podíamos saliral jardín de Blackfield, pero estaba prohibido jugar.
Nadie además de Markus se juntaba conmigo, ya que era considerada tanto por los profesores como por mis compañeros, como una niña "problemática". Los profesores me humillaban frente a mis compañeros con el fin de que nadie se me acercara y contener el problema que ya no era posible eliminar en mi, la imaginación.
No nos dejaban leer en el aula, la profesora leía los textos y ella los interpretaba para nosotros, estaba prohibida la libre interpretación y mucho menos podías expresar tu opinión sobre las cosas, tenías que hacer todo lo que la profesora te ordenaba de hicieras, aún si esto ponía en riesgo o dañaba tu integridad física. Dos años después de que Markus y yo llegamos a Blackfield una de las profesoras falleció y se remplazó con un nuevo profesor que venía de Austria, las niñas en los dormitorios no paraban de murmurar que era muy guapo y alto, además de que tenía los ojos miel y el cabello dorado. Sinceramente no mostré ningún interés en saber como era el tal profesor, pero si lo hice cuando empezaron a circular chismes sobre él.
En la primera case con él se presentó con nosotras como Profesor Leisser y en genaral la clase hubiera transcurrido como cualquier otra a pesar el susurro entre las chicas. Hasta que me señaló
-La señorita del fondo ¿Cómo se llama?- voltee a mi al rededor y no sabía si me hablaba a mi, me señalé con la mano derecha- Si, tu
-Agatha, profesor- Dije mirándolo a los ojos, algo que estaba prohibido por considerarse una falta de respeto, sin embargo yo nunca la había obedecido.
-Agatha, pasa al frente a leer- Todos en la clase me miraron y se miraban entre ellos, algo insólito estaba ocurriendo, además de ir en contra de las reglas y en nuestra educación hasta el momento. Sin embargo era comprensible, era su primer año en Rusia y seguramente aún no sabía como se manejaban las cosas
-Lo siento profesor, no se nos tiene permitido.
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The blackfield
Mystery / ThrillerAgatha no vio eso venir, no sabía que en menos de unas horas su vida y la de su hermano daría un giro inesperado del cual no se podrían recuperar. Al llegar al orfanato, Agatha escribía cada vez mas historias para su hermano Markus, le gustaba la e...