Pasó un año desde la última vez que tuvo la oportunidad de ver a aquel chico. Y ella ya tenía nueve años. Aún seguía con la ilusión de su Príncipe Azúl.
Típico.
Pero como ya se le hizo costumbre de no verlo, poco a poco se iba olvidando de él. Hasta que un día antes de dormirse estaba pensando.
«¿Qué haré con estos sentimientos que tengo, que haga que duela mi pecho?»
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Príncipe Azúl
Short Story¿Un príncipe azúl? ¿Eso existe? Averígualo ... A lo largo de la historia, puedes ver el desarrollo de madurez tanto sentimentalmente como mentalmente de nuestra protagonista. ¡Espero que disfrutes esta pequeña creación! Y por cierto, la 2da parte es...