Ya no puedo resistirme.

Capitulo 6

Nos dirigimos a mi habitación y al entrar tropecé con el tapete en la entrada y caí al suelo.

-¿Estas bien?.- Dijo Abraham levantandome.

-Si gracias, ¿sabes? Me hubiera gustado visitarte antes pero igual que tu no sabia donde te encontrabas. O que parte de España estarías.- Respondí acomodándome en la cama.

-¿Te gustaría visitar Madrid?.- Sonrió.

-Si me encantaría mi amor.- Le Sonreí también.

-Oye por cierto ¿en donde estudias? Quisiera estudiar contigo... nose pero ya me veo casándome y teniendo hijos a tu lado.- Se recostó en la cama a lado mio.

-Eres un bobo, como puedes decir eso.- comencé a reír.

-¿Que? Dejame, se vale soñar.-

¿Hijos? ¿En serio?

-No estaría tan mal llevar a cabo tu idea y a tu pregunta del colegio, las chicas y yo estudiamos en el bachillerato Cisneros es muy cómodo su ambiente y muy accesible también, a mi me encantaría verte diario con uniforme y todo ese rollo de la escuela.- dije mientras me dirigía al tocador.

Sus ideas locas me hicieron estallar de risa y nuevamente caí al suelo. Abraham tocaba la puerta desesperado. Me arrastre para abrirle y esa escena fue tan linda, muy inocente. Me encontraba tirada en el suelo riendo sin parar y Abe con una cara de espanto. Intentando levantarme el callo encima mio a lo que dimos paso a un beso largo, ambos tirados en el suelo como pequeños. Nuestro hermoso momento fue interrumpido brutalmente por un escandaloso ruido en la sala.

-¿Que habrá pasado?.- pregunto Abraham ayudandome a levantar...nuevamente.

-No lo se amor, pero mejor vamos a ver.- Me preocupé.

Salimos de la habitación y escuchamos una conversación muy inapropiada sin querer.

-¿Estas loco? No me puedo escapar así como así y sin decir nada.

-Anda, hoy que te vi en el hospital me dieron ganas de aventarme hacia a ti para besarte pero me controle por (tn).

-Ya, sabes que mejor vete, no quiero que nadie nos escuche y si lo que querías era que aceptara a irme esta noche contigo para follar, la respuesta es no y te recomiendo te vallas Ryan.

Abraham y yo nos regresamos a la habitación sorprendidos por lo que acabamos de escuchar, no intercambiamos ningún comentario hasta estar seguros de que nadie escucharía que seguíamos despiertos.

-¿Que? ¿Follar con Ferny? Por favor que estúpido es.- hice un gesto molesto.

-Tranquila, quizá escuchamos mal. No te alarmes.- me abrazó.

Me senté en el sofá amarillo sobre las piernas de Abraham mientras el me acariciaba el cabello. Terminé dormida.

Desperté en los brazos del amor de mis días, el estaba aun dormido así que me puse a inspeccionarlo, cada detalle. Sus labios, ojos, pestañas, cejas, nariz y su cabello, todo el es perfecto. Recorrí su rostro con besos hasta despertarlo.

-¿Que haces?.- sonrió tímidamente.

-Observandote, eres perfecto.- le planté un beso rápido en los labios y me levante de él.

Aun cojeando me dirigí a la ducha y desde adentro grite "TE ADORO Y NO QUIERO PERDERTE" afuera solo escuche risas.
Después de cuarenta minutos salí de ducharme, fue un baño largo. Abraham no estaba en la habitación. Me acerque a la mesita de noche y tome mi móvil, enseguida note en la barra de notificaciones cinco mensajes de Laura y Andrea compañeras del colegio.
Decido abrir los mensajes y que sorpresa me llevo.