Glacernon

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No podía creer lo que veía... Ya hacía dos días que dejamos atrás Port Alveus y por fin podíamos ver Glacernon. Era tal y como me habían dicho, una gran isla cubierta por el hielo los 365 días del año. Yo ya me había preparado para esta experiencia, tenía el poder del mago azul de mi parte y una promesa que cumplir. Lucas Frostwell nos anunciaba la llegada y nos pedía que nos preparáramos por si acaso. Yo me equipé la tarjeta del mago azul y me puse en posición... delante de mi dos warriors y un monje; a mi lado un canon, otro mago azul, un mago rojo y un Wild-Keeper; y detrás cuatro magos santos. Todos nosotros rondábamos los niveles 70 y 80. Pasamos por un iceberg, respiro hondo y de repente... Una emboscada, cuatro asesinos invisibles se aseguraron de matar a los magos santos y cuando acabaron con ellos el mago rojo lanzó sobre ellos un meteorito gigante y mato a los asesinos de un golpe, al parecer no eran muy fuertes, pero hicieron su misión. Cuando el mago rojo se volvió para ver como estábamos un Dark Gunner le estaba apuntando en la frente y cada uno de nosotros teníamos a un demonio de 7 u 8 niveles más que nosotros a nuestro lado. Cuando nos tuvieron a todos acorralados apareció Galeon. Llevaba puesta la tarjeta del volcano y parecía liderar a los demonios, por lo que veía ya era 90. Le miré y él a mí, al parecer me reconoció, lo primero que dijo fue:

-No os vamos a matar si colaboráis, solo queremos información.

Nos miramos unos a otros, el barco se había detenido y Lucas Frostwell desapareció, el monje nos hizo señas discretas par que nos diéramos cuenta de ello; nuestro objetivo estaba claro... teníamos que ganar tiempo hasta que Lucas volviera con refuerzos.

-¿¡Que quieres saber!?- Grito furioso el mago rojo.

-Buena pregunta- dijo Galeon entre risas mientras le ponía la mano en el hombro forzando una especie de situación amistosa- Decidme como llegar a la base de los ángeles por mar.

-¿Crees que te lo diremos solo para que no nos mates?- Dijo extrañado el Wild-Keeper- Estamos en Glacernon, nuestro de poder de protección nos evita la muerte.

-¿Eso crees?- Galeon se giró bruscamente hacia el Wild-Keeper- Técnicamente aun no hemos llegado, así que si ahora te mato...- Dijo mientras le amenazaba con el brazo- Creo que ya sabemos lo que puede pasar.

Estábamos todos preocupados, el monje, que era el más fuerte, nos miraba serio y con serenidad, aunque no decía nada todos sabíamos lo que quería decir: ''Sed pacientes y no digáis nada''. Silencio

-Entonces ¿nadie quiere decir nada? Veréis tengo ordenes de los jefazos de conseguir esta información, si no la consigo me la cargo- Esta vez Galeon a mi lado- Y ¿sabéis que?- Me giré ligeramente para verle la cara- Me encantará desquitarme con vosotros- Galeon tenía una expresión horrible mientras me miraba... Estaba claro que no era el de siempre.

Silencio. La tensión, la furia y el miedo se podían sentir claramente en ese momento. Galeon empezó a amenazarnos uno a uno hasta que llego a mí.

-Arxeus, viejo amigo, tú tienes que saberlo, venga dímelo y acabemos con esto de una vez- Me dijo en un tono amistoso.

-Es la primera vez que vengo por aquí, así que no tengo ni idea.- Le dije sin mirarle a los ojos- ¡Y aunque lo supiera no te diría nada!- Esta vez le lance una mirada desafiante.

-Bueno, no me dejáis opción.

Galeon levantó el brazo dispuesto a atacarme cuando de repente el barco se balanceó muy bruscamente y Galeon se cayó al suelo. Yo me deshice del demonio que me cubría con un aturdimiento. Lucas Frostwell había vuelto con refuerzos y venían a lomos de una ballena que dirigía un poseidón. Galeon reaccionó y se acerco a mí. Antes de que pudiera llegar me desequipe la tarjeta del mago azul y cuando me tenía casi a tiro me teletransporté. El poseidón se ocupo de Galeon cuando me estaba buscando. Les superábamos en número y los demonios empezaban a retirarse. Galeon derribo al poseidón y me encontró, yo estaba sin tarjeta de especialista, se acerco rápidamente hacia mí y yo le lancé el hechizo de dormir con los ojos cerrados esperando que surtiera efecto. Cuando abrí los ojos me lo encontré tirado en el suelo efectivamente dormido. Me apoye contra la pared y me deje caer, respire tan fuerte como si llevara manteniendo la respiración durante minutos. Cuando lo vi tirado en el suelo durmiendo recordé al Galeon que conocí cuando llegue a Nosville por primera vez. El resto de demonios ya se habían ido, todos menos dos que conseguimos matar y obviamente Galeon que nos lo llevamos para sacarle información. El monje y el poseidón estuvieron hablando un buen rato, conseguí oír que tres de los nuestros habían muerto, eso sin contar los magos santos. En ese momento se me revolvió el estomago. Yo morí una vez hace ya tiempo y es una experiencia que no me gustaría repetir bajo ningún concepto.

Todo había pasado muy rápido, ya estábamos llegando a la base de los ángeles y teníamos a Galeon retenido. La verdad es que para ser mi primera vez en Glacernon no fue tan mal.

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