Me encuentro sentado en una pequeña banca de bajo de este árbol gigantesco, el cielo se ve de un color azul muy tranqulizante, pero eso no me importa en absoluto, siempre paso tiempo aqui para no tener que soportar a la Reyna, a esa mujer de aspecto horrible que se encontraba en ese enorme castillo, disfrutando de una vida que no le pertenecia. Me gusta mucho pasar tiempo debajo de este árbol, un lugar demaciado alejado de aquel infierno, un lugar en el que puedo pasar tiempo solo, sin compañia de nadie, un lugar donde solo yo existo.
Todo el tiempo tenia que estar soportando a esa Reyna, a la cual no le tenia tanto respeto, ya que no me habia parecido que se casara con el Rey, el que ahora era mi padre, en cierto caso el Rey no era tan malo, era una muy buena persona con todo el mundo y sobre todo conmigo.
-Joven Nathan -dijo una voz a mi espalda -No sabia que se encontraba aqui.
Me levante de un salto de la banca y di media vuelta (al escuchar esa voz, que provenía de el hermano del Rey) con un gesto serio, al ver a mi tío parado hay comiéndose una manzana, que habia tomado del árbol.
-¿Qué es lo que quieres? -Dije con tono serio.
-Nada querido... sobrino -Dijo con una sonrisa, acercándose -solo pasaba por aquí, y casualmente te vi sentado ahí y decidí saludarte, ¿Acaso te molesta?.
-No puedo decir que me hace feliz tu compañía -dije con un tono burlón.
-Por lo menos, estamos de acuerdo en algo -dijo tirando la manzana que habia mordido.
-Entonces, ¿Por que te molestaste en saludar cuando me viste aqui? si mi presencia no te agrada.... solo me hubieras ignorado.
Mi comentario no le habia agradado en lo absoluto, por la mirada que me habia dedicado, sin embargo no me importo, mi relación con este tipo no era del todo buena, ya que el no me habia aceptado cuando mi padre le habia dado la noticia de que se casaría y que yo seria su sobrino.
-Lo hice por que... por que queria molestarte -dijo mientras caminaba rodeandome -y talvez para matarte -Dijo susurrandome al oido.
Me estremecí por completo, temblando de pies a cabeza por lo que habia dicho, ¿Por que querria matarme? si yo nunca le habia hecho nada.
-Y ¿Por que no lo haces? ahora que no hay ningún testigo -dije con una sonrisa -Acaso ¿me tienes miedo?
-Tenerte miedo -dijo con una carcajada -¿por que tendria que tenerle miedo a un infeliz como tú? -dijo empujandome hacia el árbol con su brazo sobre mi cuello.
-En este preciso momento podria asesinarte y no sentirme mal por eso -dijo con un tono serio- sin embargo por mas que lo desee, aún no puedo, me eres util todavia -dijo soltadome y dandose la vuelta para irse.
Me puse la mano en el cuello, sobandome el lugar adolorido, no entendia por que le era util a ese idiota, no sabia que era lo que queria de mi, pero no me importo. Di unos pasos hacia enfrente y al momento de agachar la mirada vi un objeto brillando por la luz del sol en el suelo, me agache para tomarlo y me di cuenta que tenia mucho tiempo ahi tirado ya que estaba lleno de tierra, se me hizo un poco extraño ya que jamas lo habia visto en todo el tiempo que habia estado ahí. Comencé a retirar la tierra que tenia encima y me di cuenta que se trataba de un pequeño cofre.
-Principe Nathan -dijo un guardia acercándose a mi -La Reyna lo esta buscando.
Guarde el pequeño cofre dentro de mi mano, cuando note que el guardia se acercaba mas a mi, no sabia para que me queria la Reyna esta vez.
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CORALINE: LA PRINCESA PERDIDA #1
FantasyDespués del campamento Coraline encuentra en medio del bosque una enorme puerta, que tras aberla abierto se da cuenta que ya a estado ahy. Ella no sabe que es la princesa perdida de aquel lugar, y después de varios sucesos extraños que le habían pa...