Capítulo 2: El inicio del ocaso

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El oscurecido cielo se retuerce , gira en torno a sí mismo dejando ver como se deforma dando forma a un negro telón esperando a ser bajado tras la escena venidera. El viento arremete contra todo lo que encuentra a su paso , devora y engulle cada minúsculo objeto que pueda hallar mientras grita desesperadamente tenebrosos cánticos asemejándose a un coro fúnebre , anuncia la torrencial lluvia que  poco a poco empieza a descender del firmamento para impactar fuertemente con el suelo , produciendo miles de sonidos que arrebatan la calma que el pueblo pudiera jamás habido tener. El suelo yace húmedo , frío , abandonado , siendo golpeado por las furiosas fuerzas de la naturaleza , espera ayuda y respuesta del sol , el cual se ha escondido en su refugio y espera a que pasen las malas presencias para salir de nuevo , arreglar el desastre , y preparar su escondrijo para cuando regrese la tempestad.



La lluvia alcanza la vieja e inerte iglesia , en la cual se halla el joven Dante , plantado ante la figura del viejo , quien muestra notables gestos de preocupación...

-¡¿De qué sombra hablas viejo?! No es momento para otra de tus historias , ¡ La lluvia pronto nos alcanzará!- Grita obligado Dante , debido al torrencial sonido producido por la lluvia , la cual desdichada se cuela entre los agujeros que muestra la parte superior del campanario donde se halla.

-¡La sombra chico! ¡La sombra!- Exclama el viejo ante la incertidumbre de Dante.

-¡Explícame de que sombra hablas viejo! ¡Luego vayamos a un lugar seguro!- Ruge Dante con impaciencia.

-¡La sombra , el momento donde se inicia la profecía , el inicio del ocaso , debes tomar parte en esto! ¡Es tu destino!- Exclama el viejo con suma convicción.

-¡¿Mi destino?!- Grita Dante.


La lluvia sigue colándose entre los maltrechos agujeros del techo , cuando de repente , una luz alumbra los relieves celestiales , iluminando por completo el oscuro lienzo que se alza imponente sobre todo el pueblo , acto seguido cae un trueno en el interior de la iglesia , produciendo un temblor de esta como temerosa respuesta. El campanario empieza a descender tras vomitar unos cuantos viejos ladrillos , viniéndose abajo con suma tranquilidad , como si hubiese estado esperando su desaparición mucho tiempo atrás.


-¡Vamos viejo , sígueme!- Exclama Dante mientras lo coge de la mano. 

A continuación comienzan a bajar las envejecidas escaleras las cuales empiezan a desprenderse de las paredes que ya caen al suelo junto al resto de el campanario. Dante y el viejo siguen corriendo cuando de repente un peldaño de escalera se viene abajo en pisarlo , y esto hace que Dante y el viejo caigan estrepitosamente al suelo de la sala principal de la iglesia. La sala principal aguarda oscura  y silenciosa su llegada , con un enorme agujero en una pared , y otro en lo que hubiera sido en otros tiempos la puerta de la iglesia , lo que sería el altar esta vacío , tan solo queda una abandonada y solitaria mesa donde antaño se colocarían gloriosos  objetos ceremoniales , en los alrededores de la sala se pueden ver algunas sillas desperdigadas y antiguas. Toda una bienvenida...



En medio de la sala arde un intenso fuego verde , la llama del cual baila y espanta las sombras de su alrededor con cada sutil movimiento , poco tarda en iluminar toda la sala y expandirse. A continuación el fuego comienza a deformarse entre danzas y movimientos antinaturales , dando paso a la formación de una ardiente silueta , la cual yace en el suelo apoyada sobre sus dos brazos y rodillas. Antes de que Dante y el viejo puedan siquiera procesar lo que acaban de ver sus desdichados ojos , la silueta se pone de pie , y con un chasquido de dedos apaga las llamas que la abrigan. Ante Dante y el viejo se halla una persona , vestida con una extravagante gabardina que toca el suelo y cubre la mayor parte de su cuerpo, dos pares de guantes negros , rígidos , unas botas de metal negro como la noche , y tapando su cara se da a conocer una extravagante máscara con forma de cráneo , con dos oberturas en la parte central como ojos , y tres agujeros en la parte inferior que permiten la respiración , encima de esta mascara reposa un largo sombrero con un gran broche de metal en la parte superior. 

Augurios de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora