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  Chanyeol caminaba dando pequeños saltitos con una sonrisa estúpida en el rostro, la misma que lo hacía ver muy hermoso. Estaba feliz, como una extraña e inusual lombriz. Arrastraba un pequeño carrito rojo, cubierto con una manta que emanaba sonidos de cachorro.

Kai acomodó el abrigo de Kyungsoo para protegerlo del frío, y lo dejó de pie tras un poste de luz como si fuese un niño perdido. Se alejó de él y soltó una carcajada, cuando vio que esa figura no encajaba para nada.

Kris estaba de pie junto al río Han, arrepintiéndose por haberse retirado tan deprisa una horas atrás. Pudo insistir un poco más, y tal vez hubiese conseguido a Zhang Yixing. Pero ya era tarde para intentarlo, quedaba media hora para las 12.00 y ya no podía ir a buscarlo. No había conseguido su sacrificio a pesar de que nunca tuvo intenciones de lastimarlo;  simplemente lo quería, porque era extraño, la primera persona que se negaba a sus encantos. Algo que le molestaba pero le gustaba, porque lo hacía sentir extraño, y lo sabía porque estuvo muchos años observándolo.

Pobre Zhang Yixing, en secreto siempre fue acosado por Kris.

Sin embargo, después de esa noche posiblemente no lo volvería a ver. Mala suerte para él.

Pasó una mano por su cabello casualmente, y se volteó cuando escuchó unos pasos aparecer de repente.

—Caballero, ¿por qué tan solo? —Dijo Kai conteniendo su risa, que se escuchaba bastante divertida.

—No te preocupes, en París te irá mejor. —Se burló Chanyeol, saludándolo con su mano con mucha emoción.

Kris entrecerró los ojos y soltó una risa sarcástica, que se impregnó directamente en sus palabras.

—Tu escondite es muy bueno. Permíteme felicitarte. —Aplaudió y señaló el gran poste gris, donde claramente se veían dos brazos salir de ahí.

Kai dio un saltito nervioso y desvió la mirada, más rápido que un cohete de la NASA.

— ¡Oh! ¡Tu sacrificio! —Gritó Chanyeol, con un escándalo que azotó el oído de los otros dos.

— ¡No es un sacrificio! —Replicó Kai, y tapo su boca cuando se percató de lo que acababa de anunciar.

Chanyeol y Kris abrieron los ojos de par en par, e intercambiaron una mirada de preocupación letal.

—Sabes que no podemos. —Le dijo Chanyeol casi en un susurro, pensando que alguien podría escucharlos en ese silencio nocturno.

Después de haber hecho tanto escándalo, ahora se le ocurre hablar bajo.

— ¿Quién lo dice? —Kai se negaba a dejarlo, era suyo el chico de ojos salteados. Kris se acercó y le colocó una mano en el hombro, tratando de hablarle de buen modo.

—Nuestro deber es hacer feliz a las personas. Por esa razón lo hacemos, para no tener que sumirnos en la maldad. Es nuestra manera de mantener nuestra alma.

—Hacer feliz a otras personas sacrificando la nuestra... No necesitan de nosotros para serlo.

Kris lo miró un momento, soltando una risita de acuerdo. «Tal vez tengas razón»

El bulto en el carrito de Chanyeol se movió, y éste se puso nervioso creyendo que lo disimuló.

— ¿Qué tienes ahí? —Preguntó un Kai curioso, cuando se percató del carrito ruidoso.

—Nada. —Intentó tapar el carrito, con su cuerpo larguito—. Y bueno, ¿qué haremos?

Kai soltó una risita.

— ¿Dónde está tu sacrificio? —Le preguntó Kris, intentando ver lo que tenía ahí.

Chanyeol tragó en seco. Estaba acorralado en algo que no había planeado.

TRICK OR TREAT - Truco o trato                            ( EXO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora