La vida de un famoso anónimo

Εη υη abril de 2021...

6:30 a.m.

Me levanté con desgana, me estiré de forma exagerada para ver si al menos así, me despertaba un poco. Me quede meditando unos minutos mientras miraba a mi mujer; tan guapa e imaginaria como siempre, cuando me quise dar cuenta, ya habían pasado 15 minutos.

6:45 a.m.

A toda prisa me levanté e hice la cama, la cual quedó más desordenada que cuando me había levantado por las prisas que llevaba. Me duché a toda velocidad, lo cual no me gustó cuando empezé a sentir ese agua helada haciendo tacto con mi piel:- ¡¡¡AAHHH!!! - exclamé. Un grito de esos que si hubiera sido más agudo rompía los cristales de mi piso.
Todavia helado por la sensación de los cubitos de hielo cayendo por mi cuerpo, me vestí con un traje que habia reservado para la ocasión.
Cogí mi maleta y me dispuse a salir de mi morada.

7:15 a.m.

Fui a coger las llaves de mi coche y fue que me dí cuenta que no había cogido lo más importante de este día. A toda mecha, subí corriendo por las escaleras casi de tres en tres y no lo veía:- ¿Dónde está? - me pregunté preocupado como si alguien fuera a responderme o a decirme donde se encontraba el maletín. Si, eso que tanto te preguntabas que era, era un maletín, pequeño de un tono marrón suave, pero ahí amigo mío, había grandes cosas... Grandes cosas.
- Lo encontré - Una vez más lo dije esperando que alguien me aplaudiera o similar.

7:25 a.m.

Bajé con una velocidad intrépida, espectacular, tan, tan, estúpida.
Había corrido tanto para darme cuenta de que la presentación era el día siguiente. - ¡Dios!Que tonto soy - Dije, pero esta vez sin esperar respuesta y resulta que ahora si me respondieron: - No utilizes es nombre de Dios en vano - la odiosa de mi vecina, que era una apasionada del señor (como le gustaba decir a ella) siempre se pone a quejarse cada vez que haces algo, ya puedes estar comiendo o declarando la paz mundial, que ella, se va a quejar. - Me alegro de verla señorita Norsbill - anuncié en tono irónico. - Yo también - respondió ella. - Como la odio - me dije a mis adentros. Bueno pues acaba de desperdiciar una hora de mi vida en preocuparme para nada.

7:40 a.m.

Me fui directamente a la cama que tan desordenada había dejado. Trate de coinciliar el sueño pero me fue imposible, ya que no paraba de pensar en lo humillante que había sido tener tantos nervios para esta ...
Me levanté de nuevo y me fui a picar un poco de comida a la cocina, de vuelta, me encontre con un libro que había empezado a escribir por aburrimiento hace un par de meses, cuando todavia tenía el trabajo de mis sueños y mi cerebro funcionaba. La verdad es que no estaba nada mal, contaba con un buen argumento, se caracterizaban bien a los personajes, pero no le encontraba sentido a título. Un parte de mi subconsciente, me dijo que fuera a dormir un rato la siesta, la otra, que me pusiera a terminar el libro inacabado, basándome en lo ya escrito, en los personajes y trataría de darle un poco de sentido al título del libro...
Continuará