1; Murderer

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Aomine x Akashi; D R A B B L E U N O


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Akashi todo lo que pedía, lo tenía, como hijo del mismísimo multimillonario Masaomi Akashi, él tenía todos los beneficios posibles. Iba a las mejores instituciones, tenía clases a parte de violín y piano, entre otras cosas. Pero a sus 18 años de edad, se había cansado de tales cosas, así que decidió ser un chico normal, al menos por un par de horas. Su kohai le había dicho sobre unas canchas de baloncesto en el parque, así que decidido a ir para probar suerte, en medio de la noche se escabullo de esa mansión que era su hogar para ir a dichas canchas. 

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Al llegar a dichas canchas se encontró con un joven moreno que se encontraba jugando. Se fue acercando, admirando un poco más su figura, viendo que era un gran oponente, fue hasta adentro que fue cuando él lo noto

  — Hey, ¿puedo jugar contigo? 

La mirada azul eléctrica choco con la carmesí, era una lucha de miradas pero lo que recibió Seijuro ese día fue una brillante sonrisa y una invitación para un 1 vs 1 con aquel extraño de cabellos azules

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— Akashi, eso fue trampa, no deberías usar tus habilidades — decía un jadeante Daiki, mientras corría detrás del joven de cabellos magenta, que sonreía ante aquel encuentro durante la media noche, como el que siempre compartían desde hacía dos meses

— Daiki, tu eres muy rápido, yo también tengo que hacer uso de mis habilidades — carcajeaba mientras encestaba, se la pasaba bien cuando estaba con Daiki, se llegaban a complementar el uno al otro.

Una vez terminado el duelo, se tiraron en la cancha para descansar un poco, se miraron con sonrisas en sus rostros, nunca habían sido tan felices en tanto tiempo

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— Akashi, me gustas, desde hace cinco meses, no evitar pensar en ti ¿te gustaría que salgamos? — Los ojos carmesí se llenaron de lagrimas ante la confesión, salto hacía el más alto, uniendo sus labios en un dulce beso lleno de sentimientos

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— Nhg, más, por favor— los jadeos inundaban la habitación, las estocadas subían de tono a cada segundo, los gemidos eran la gloría, iban por el quinto orgasmo, parecía que no tenían fin, sus cuerpos llenos de sudor pegándose, podían seguir así toda la noche. El sexto orgasmo llego y con ello el cansancio, antes de quedarse dormidos se taparon con la sabana que quedo sucia después de todas las veces que se vinieron, susurrándose un 'te amo', cayeron en brazos de morfeo

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— Debemos terminar — un Akashi de 19 años de edad se paraba enfrente de un Aomine también de 19 años, que lo miraba sorprendido

— ¿Que hice mal para que terminemos? — dijo con voz quebrada, mientras veía como el otro daba media vuelta para irse

— Nada, simplemente ya no te amo

y con esa confesión se llevo gran parte del corazón del moreno, recuerdos que nunca volverán, su primera vez, su primer beso, la visita a sus padres, cuando lo presento ante su madre, recuerdos que ya no valen nada en la vida de Akashi.

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— Entonces le dije que no lo amaba, me sentí tan feliz, fue como haber disparado a su corazón, sentir como la sangre me salpicaba, me sentí como un asesino — relataba Seijuro a su terapeuta, Momoi anotaba todo en su libreta, mirando al joven que estaba recostado en el gran sofá 



☛I'm a love killerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora