Epílogo.

1.1K 51 4
                                    


La vida pasa muy rápido, tanto que de un momento a otro Maite pasa de estar jugando con sus muñecas de trapo a estar en un pequeño balcón con el amor de su vida, a tan solo minutos de entrar a trabajar.
Maite se había recibido de maestra de jardín hace 3 meses, Christian se había recibido mucho antes que ella de médico ya que empezó apenas termino el secundario.
Ambos estaban en el balcón que tenía la casa que ahora era de ambos, un tiempo atrás, aunque no estaban legalmente unidos, se habían mudado juntos a una casa aparte, era mucho mas grande que la que tenían por separado antes, tenía 1 baño, 3 habitaciones, cocina y sala por separado y un balcón en una de las habitaciones, la de ellos.
-Mamá, mamá!!- Gritaba una pequeña niña de 7 años.

Maite: ¿Qué pasa Candy?-Le respondió a su hija con toda la dulzura de una madre.

Candela(Candy): Mica y yo encontramos esto, ¿son papi y tu?- Preguntó con su tierna voz.

Maite vio la foto y una pequeña y tímida gota de alegría y nostalgia recorrio su mejilla.

Maite: Si mi amor, somos nosotros cuando teníamos 18, allí dentro estaban Mica y tu-Dijo señalando la poco crecida pancita que se notaba en la foto.

Candela: eras muy hermosa mami, tu también papi-aclara, viendo a su padre quien se había emocionado al ver tal escena madre-hija.

Micaela:-entra corriendo a donde estaban su hermana y padres- Candy ven a jugar!!- le grito a su gemela.

Maite: ve con ella, yo sostendré la foto por ti princesa.

Candy asiente con su cabecita y le da la foto a Maite para luego ir corriendo tras su hermana. Corrían los minutos y a Maite se le hacía tarde, pero ella estaba abrazada a Christian viendo la foto, aquella foto, que creía haber perdido, era el recuerdo de una hermosa época, era felíz, muy feliz. Aún lo era sin dudas, pero extraña mucho cuando todos estaban juntos, Dulce y Christopher se había ido a Francia con sus hijos Luis de 8 y Roberta de 4, y hace 2 años no los veía físicamente. Anahí simplemente estaba muy ocupada ya que unos meses antes se recibió de abogada y tenia demasiado trabajo, pero siempre un lugar en su agenda para por lo menos llamar a sus amigos. Angelique era la única a la que siempre veía, ella trabajaba de maestra de jardín junto a su mejor amiga y en sus tiempos libres trabajaba en una panadería.

Angelique era muy feliz, con Diego a su lado no le faltaba nada, su casa era muy pequeña, pero con su hijas y su ahora esposo todo era perfecto, Luz estudiaba en el último año de primaria, Victoria (de 5 años) iba al mismo jardín de infantes en el cual su madre y tía trabajaban. Y su tercer hijo tenía 2 meses dentro de ella, ese era probablemente el último ya que según ella "no soportaría otro parto".

¿Anahí y Alfonso? Ellos están un poco decepcionados, un par de años antes se descubrió que Anahí no podía tener hijos a causa de un problema en su vientre, claro que han considerado adoptar, pero era una decisión difícil y no estaban listos para tomarla.

(***)

Un día, o mas bien una noche, Maite y Christian se encontraban recostados en su cama matrimonial, era la 1 de la mañana y ellos veían televisión ya que no podían dormir, en realidad quien veía la televisión era Maite, su novio no dejaba de mirarla a ella quien estaba sobre su pecho tiernamente abrazada a él.

Maite: ¿Qué me ves?- Cuestionó dulcemente a Christian.

Christian: Lo hermosa que eres.-Respondió el- me encantas May.

Maite: eso lo se mi amor-ríe- creeme que aún no se que encuentras de especial en mi.

Christian: ¿es una broma? Eres jodidamente perfecta-Dijo Christian. Era cierto, para Christian no hay nadie en el mundo que pueda superar a Maite, para él ella es el mundo y para Maite, Christian es todo- Amo todo de ti, amo las mini arrugas debajo de tus ojos, amo el pequeño hoyuelo de tu mejilla izquierda, amo tus mejillas y amo apretarlas hasta que queden completamente rojas tal como Poncho lo hacía con Dulce hace años-Ambos ríen suavemente- Me encanta el sonido de tu risa, eres perfecta en todos sentidos-Christian baja un poco su mano hacia la panza de Maite y la acaricia con la yema de su dedo pulgar mientras la ve fijamente a los ojos- amo esta parte de ti, porque de aquí salieron mis otras 2 princesas, Mica y Candy, que las amo tanto como a ti-Sube su mano y toma la de Maite, cierra su puño y besa su dedo anular- y sobre todo, amo este dedo, tan suave y dulce como tú, pero lo amaría aún más con esto en él-dice para luego darse vuelta y sacar del pequeño cajón de al lado una cajita color negro con un hilo dorado como detalle, al abrirla Maite ve el anillo que había y sonríe mas de lo que estaba sonriendo antes (si es que eso es posible). Nadie dice nada, lo próximo que sucede es que Christian coloca el anillo en el dedo de Maite y sonríen por quien sabe cuanto tiempo mientras se ven a los ojos, luego simplemente se duermen abrazados.

En el hogar de Anahi y Alfonso la historia es otra, ellos estaban discutiendo, probablemente, esta era la primera pelea real.

Anahi: pero Poncho, ¿Por qué no quieres adoptar?

Alfonso: ¿Qué no entiendes? ¿Acaso no te he dicho que no quiero criar un hijo que no sea mio o eres muy idiota para entenderlo?-Dijo en un tono alto, casi gritando.

A Annie le dolio lo que él le dijo.

Anahi: ¡PUES TAL VEZ DEBAS BUSCAR A ALGUIEN MAS Y DEJAR A ESTA "IDIOTA" LA CUAL NO PUEDE DARTE HIJOS PROPIOS!-Dijo gritando, sin importarle si alguien podía oírla o no, para luego dejar caer todo su peso (que era poco) en el sillón.

Alfonso: Annie, lo siento, yo no quise decir...

Anahi:-interrumpiendo- ¿Sabes que? Mejor cállate, de acuerdo, no adoptaremos nada!!-Dice tomando su cartera y celular para luego irse, cerrando la puerta fuertemente haciendo que Alfonso sobresalte y luego tirar un objeto cualquiera contra la puerta.

La discusión siguió un par de semanas, no muchas ya que Alfonso había recapacitado, el problema era que Annie no quería hablar con él. Cuando hablaron llegaron a un acuerdo, adoptarían una niña recién nacida ya que Alfonso quería ver todo el proceso de crecimiento y desarrollo de la que seria su hija, a pesar de no ser de su sangre.
Cuando no tuvieron ni una duda de querer adoptar mandaron a hacer una habitación para la bebe en seguida y cuando estuvo lista (lo que tomo tan solo días) fueron hacia el orfanato, se tomaron unas cuantas horas para hablar con la directora, ver los diferentes niños que habían en un álbum de fotografías, todos eran muy diferentes pero realmente hermosos.
Annie vió una pequeña niña, según los datos ella tenia 2 meses, su cabello era muy corto pero se notaba que era rubia, sus ojos eran grises y pequeños, sus labios finos y su nariz era pequeñita y muy refinada, le enseño la fotografía a Poncho y el asintió sonriendo.

Alfonso: ¿Podría enseñarnos esta, señora Britos?

Sra Britos: Claro, esta niña es una de las mas pequeñas y es de las pocas que no tienen nombre, esta en la guardería, iré a traerla.

La directora se levantó de su cómoda silla y se dirigió hacia donde la pequeña se encontraba seguramente durmiendo. Ambos esperaron con una impaciencia increíble, a los pocos minutos (que parecieron eternos) la Señora volvió con una pequeña en brazos, era ella.
Annie jugó con ella durante las siguientes 3 horas, mientras tanto decidieron que la adoptarían, Alfonso fue hacia la directora para llenar los papeles, registrándola como "Diana Herrera Puente".

Al principio hubo unas cuantas discusiones pues Poncho no se acostumbraba a que su hija fuera adoptada, pero poco a poco fue entendiendo que no todo en la vida tiene que ser exactamente como el quiere, y hay que conformarse, él jamas fue caprichoso o algo asi, y no tenia por que serlo ahora.

Meses después la boda de Christian y Maite se realizó. Fue algo simple pero hermoso. Maite lucía un hermoso vestido blanco con detalles de ceda en la falda y unas cuantas rosas en el contorno de su redondeado escote, era toda una princesa. Christian vestía con el típico traje negro con corbata y saco. Las damas de honor fueron sin dudas Anahí y Angelique.

Al comenzar la ceremonia, quien entregó a Maite al altar fue Poncho, ya que sus hermanos y su padre se encontraban lejos e indispuestos de viajar a México y él es como un hermano para ella.

Poncho: Cuidala, hermano.-Advirtio a Christian para luego sonreírle, dejó a la morocha en el altar y se retiró a su lugar para que el cura de comienzo a la ceremonia.

Al finalizar, cuando Maite ya era "Maite Perroni Beorlegui de Chávez" la fiesta comenzó, todos los niños jugaban por su parte, a excepción la pequeña Diana y Martin, el hijo recién nacido de Ange y Diego. Mas tarde, Anahi se dispuso a hablar, entregándole a Poncho su pequeña hija.

Anahí: Atencion por favor, como todos sabemos esta fiesta es para celebrar el matrimonio de nuestros queridos amigos Chris y May; chicos, ustedes saben cuanto los quiero y les deseo la mayor felicidad del mundo, salud!

Un brindis, un brindis por Maite y Christian, un brindis por la felicidad, un brindis por el amor sincero, y un brindis por la vida.


Mírame [RBD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora