Prólogo.

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Narra Jenna.

-Estás segura que no te da miedo viajar en avion?.- le pregunte a Lara por cuarta vez.

-Si, no hay problema.- dijo mientras temblaba en su asiento y cerraba sus ojos con fuerza aferrandose a el cinturón.

-Okey.- dije dudando un poco y comencé a repasar en mi mente el protocolo de "que hacer en caso de lipotimia".

-Ya llegué.- dijo Dave con una sonrisa sentandose a mi lado.

-Por fin, ya el avión iba a partir idiota!.- rei.

-Yo también estoy muy feliz de verte Jenna.- burló rodando los ojos.- Espero que ahora tomes en cuenta tu salud física y emocional y disfrutes del descanso.- bufó

Dave ha sido como un hermano para mí, el hermano que nunca tuve, atento y sofisticado y a veces un poco tarado.

-Lara deja de temblar.- dije.

-Tengo miedo.- dijo entre dientes mientras el avión comenzaba a volar.-Jenna, dile a mis hijos que los quiero!.

-No tienes hijos.- dije.

-Bueno dile a mis hijos imaginarios que los extrañare!

Rodé los ojos y cerre mis ojos recostandome en el asiento para poder dormir. Vacaciones... al fin... Sin embargo echo de menos el hospital, el ajetreo, el tratar a mis pacientes, añoraré eso estos dos meses de vacaciones. Sin embargo, el hecho de estar de vacaciones no pone en pausa mi trabajo.

Hecha para servir.

Narra Jase.

-Vacaciones.- murmure.- que delicia.- quite mis lentes de sol de mis ojos y mire el gran resort que estaba frente a nosotros.

-Al fin, hay pero que calor, mi amor quiero la habitación más grande, con la mejor vista, la mejor recepción y sobre todo la mejor cama.- dijo Stacey, mi prometida, lanzandome una de sus miradas lascivas que no dejan nada a la imaginación.

-Si, la mejor de todas, para la mejor novia de todas.- dije besando sus labios y ella atrapó los míos en un beso caliente y salvaje, tuve que apartarme o la follaría aquí mismo.

Entre al hotel y era enorme, habían personas por doquier, chicas sexys en trajes de baño, personas bebiendo en el bar a la izquierda. Me aproxime a la recepción y aparecio una mujer de unos 30 y tantos años.

-Estas son sus llaves.- dijo la chica de la recepción.- su habitación, suit presidencial. Habitación 205.-2 meses y su boda no es asi?.

-Si, eh, como sabe todo esa información?.- pregunté acercándome a la mujer.

-Su prometida Stacey hablo conmigo ayer para preparar la agenda.- dijo bajando lentamente sus gafas.

*Otra vez haciendo cosas a mis espaldas*.- pensé.

-Es una señorita algo... usted sabe... obstinada.- dijo apretando sus labios.

*Seguro armó uno de sus berrinches*

-Es por el estrés de la boda y todo eso.- dije sin pensar.

-No debería estar alegre por la boda?.- rió ironicamente mientras amarraba su cabello en un chongo alto y lo sujetaba traspasandole una lapicera azul.

-Ella es asi.- dije tajante.

-Jacey, hasta que al fin te encuentro.- dijo corriendo hacia mi.- Hace mucho calor.- dijo abanicando su rostro con sus manos.

De pronto escuché una contagiosa risa, un escalofrío me recorrió de arriba a abajo. No, ella no podía ser. Vamos, cualquier chica podria tener esa risa.- trataba de convencerme a mí mismo.

-Buenos días, estamos registrados para las habitaciones 204, 207 y 215.- dijo esa voz, esa dulce y profesional voz. Ella no podía ser, me entiendes mundo? No puede ser.

La miré, ella estaba a mi lado y ni siquiera había notado mi presencia. Era ella, ella, ella y no lo podía creer. Era ella, aquella chica cuyo comportamiento me sacaba de mis casillas, aquella chica cuyos ojos penentrantes cafés eran la razón de mis insomnios en la adolescencia.

-Gracias.- dijo al recibir sus llaves. Se giró y chocó por accidente conmigo.

-Auch!.- se quejo y vi sus llaves en el suelo y ambos nos agachamos para recogerlas y chocamos nuestras cabezas.

Ambos caímos torpemente al suelo y cuando chocamos miradas una sola palabra paso por mi mente...

Problemas.

Reencuentro Con Mi ¿ex? [EDITANDO BABY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora