En ese momento, alguien llamó a la puerta. Se levantó y se secó los ojos. Fue rápido hacia el espejo para comprobar si se notaba que había llorado. Seguidamente, se dirigió hacia la entrada. Abrió la puerta y se encontró con una chica rubia, de ojos claros y completamente empapada por la fuerte lluvia. Estaba tosiento y tartamudeaba. A duras penas, consiguió decir:-H-Hola. ¿E-Esto es t-tuyo? -le mostró el colgante que había perdido-.
-¡S-Si, claro! Pasa, pasa. -dijo Abel atónito-.
-G-Gracias. -le dedicó una sonrisa. seguidamente entró-.
-Por aquí. -la condujo hasta el salón y se sentó en uno de los sofás. Ella se sentó enfrente-.
-¿Necesitas algo? -dijo amable el chico-.
-N-No gracias, no quiero ser una molestia.-recogió su rubio cabello ondulado (y ahora mojado) en una coleta que dejaba al descubierto las pequeñas perlas de sus pendientes y dejando escapar algunas gotas de agua que mojaron más aún su preciosa blusa de seda azul-.
-No eres una molestia. A demás, que menos: has encontrado mi colgante.-sonrió de lado el joven-.
-B-Bueno... solo una toalla. -pudo notar que la chica se había sonrojado levemente-.
-Ahora mismo vuelvo. -salió de la sala y se dirigió hacia el baño para cojer una toalla. Mientras, en la sala, Lean observaba a la chica-.
-Gracias. -dijo la joven tomando la toalla que el chico le ofrecía. Se la puso sobre los hombros-.
-Y bien, ¿Cuál es tu nombre? -dijo Abel sentándose de nuevo-.
-C-Cierto. Que maleducada soy. Me llamo Alice. ¿Y tu?
-Bonito nombre. Yo soy Abel.
-G-Gracias. -se había sonrojado de nuevo-.
-Bueno... ¿Como encontraste el colgante?
-Ah sí. Ten. -se lo dió con una sonrisa- Pues, ví como se te caía y fuí a recogerlo. Te llamé varias veces pero no me escuchabas y entonces te seguí.
-Ah... pues gracias... En fin, t-
-Y, ¿estas en este instituto?-lo interrumpió ella-.
-Em... Si. 3°D ¿Tu?
-También. -rió leve-.
-Que coincidencia. -rió él también-.
-Ya te digo. Bueno, -miró su reloj- Mier... Digo... Em... Es muy tarde, debo irme. -puso una mueca triste-.
-Hmpf... -suspiró Abel. La acompañó hasta la puerta y Alice se despidió con un cálido abrazo agarrándose a su cuello-.
-Un placer. -le sonrió levemente sonrojada y salió ya que había dejado de llover- Adiós, Abel. -se alejaba mientras alzaba su mano-.
-Adiós, Alice. -cerró la puerta y fue hacia el sofá-.Cojió el colgante. ¡Que chica más maja! No sabría lo que hubiera hecho sin él. Significaba mucho para Abel. Pero, ¿y la chica? ¿Por qué se había puesto roja?¿Qué significa eso?
-Lean.
-¿Si?-dijo desde detrás de él-.
-¿Que significa que se ponga sonrojada?
-Pues... vergüenza, nervios... ¿Por qué lo dices?
-Lo ha hecho varias veces. ¿Eso es malo?-se giró para verlo Abel-.
-No sé hasta que punto es malo. -respondió el pequeño demonio-.
-Ah, bueno.
-¿Y... como que estáis en la misma clase y no lo habíais percatado?
-Ni idea. -se echó hacia atrás sobre el respaldar del sofá-.
-Bueno... -puso una sonrisa sarcástica Lean-. ¿Me harás caso?
-Supongo... si no me queda otra. Buenas noches...-notó como el cansancio iba bajando levemente sus párpados poco a poco hasta quedarse dormido.Mostró una mueca de felicidad. Pero, como era de costumbre, fue interrumpido. Su teléfono móvil sonó con un tono diferente al que el joven tenía. Se le ocurrió atender la llamada:
-¿Si?-dijo suspirando-.
-¿A-Abel...? -esa voz... le sonaba familiar...__________________________________________________________________
Hooooooooolu amigos de internet! Aquí os traigo el cap. 2 :D Y si, otra vez os dejé con las ganas ;3 Como siempre digo, si comentáis, compartís o al menos votáis, se agradece ya que cuesta poco y ayuda mucho ^^ Y bueno, que nos vemos en la próxima! Adew <3
@SandyWelth
Palabras: 665
Fecha: 18/01/15
Hora: 16:24PDT: le dedico este capítulo a trender-girl, a Kaaarrr, a alba_jc_11 y a KarlaRguez3 por seguir cada capítulo la historia. Un abrazo <3 ^^
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El Hijo de Satán
Science FictionAbel, es un chico muy diferente a los demás, con poderes inigualables: es el hijo de Satán. Tiene una misión en la Tierra (o eso cree él): encontrar más formas de dañar a los humanos. Pero, sin darse cuenta, su vida, da un giro inesperado...