Ella odiaba hacer las compras pero estaba obligada a hacerlas ya que aún vivía con su madre, la cual era una mujer muy difícil de tolerar. El odio a las compras cambiaría cuando se fija en uno de los trabajadores del supermercado, un chico muy callado que solo cumple con sus obligaciones.
Las ganas de ver a ese chico de Target, harían que Megan saliera todos los días de compras tan sólo para verlo y dedicarle una sonrisa hasta tener la valentía de hablarle.
— Te esperaré todos los días.