capitulo 3

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Al despertar pude darme cuenta que  aún no era la hora impuesta en el despertador, me había levantado mucho  antes de que esté sonara.

Me levante y con cautela sin hacer ruido para así  evitar  despertar  a mis hermanos, salí de la habitación y me dirigí al baño. Luego de tomar una ducha prolongada me dispuse a preparar lo necesario y sintiendo una extraña mezcla entre  miedo y expectativa termine de arreglar mi uniforme, de igual forma no pude evitar mirar el reflejo del espejo. El orgullo sobrepasando cualquier otra emoción, "tal vez ahora solo nos suceda cosas buenas" sonreí y saliendo del baño me dirigí a la cocina, aún debía preparar  el desayuno y una vez listo fui a despertar a Tetsu y Kouki.

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Me despedí de mis hermanos en la parada de autobús, vi como cada  uno tomo el camino respectivo  a su instituto y yo no podía controlar las ganas de saltar como un niño de 5 años a  cada paso que daba.

Mi corazón saltaba, aun no podía creer que estudiaría en gakuen,  y una vez que llegue no pude evitar demostrar mi impacto ante el gran portón de rejas negras de la entrada. Este tenía las iniciales Gs en medio de un  color dorado y detrás de este se encontraba el camino de asfalto hacia el edificio, poseía grandes  áreas verdes y el edificio en sí, era enorme.

" joder " adentrándome a las instalaciones camine lentamente decido a admirar mi entorno,  veía como estudiantes venían y iban de aquí para allá todos con portes de realeza, así mismo estaban los que llegaban en lujosos autos conducido por chóferes, todos allí eran personas de alta clase no había duda. Pude notar miradas, para nada disimuladas, algunos mostraban evidente disgusto, otros incluso expresaban asco, mientras que la mayoría  reflejaba curiosidad o indiferencia. Era algo curioso como podían notar que no pertenecía a su misma clase  social, decidí no prestar atención  pues sabia que sería así, preferí ignorarlos y seguir mi camino.
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Luego de pasar media hora buscando el  despacho del director, logre encontrarlo en el último piso del edificio. Se notaba que vivía en entre diversos lujos pues su oficina era todo un esquema para admirar. Al entrar, el me dirigió una mirada  indescifrable  y procedió a darme  ciertas  instrucciones y mi horario  no sin antes dar una clara advertencia. Era extraño que el pareciera no tener buena impresión de mi y aún así decidió brindarme la beca. 

Al salir no pude evitar exhalar un sonó suspiro y tratando de no pensar tonterías me dirigí en busca de mi nuevo salón de clases. El camino por los pasillos los pase leyendo mi horario y algunas de las normas que en general debía cumplir si quería evitar la expulsión, mi distracción era tal que no me percate de la persona delante de mi. El golpe fue inevitable y  el impacto me hizo retroceder  un poco, al levantar la vista  unos ojos azules, tan profundos como el mar nocturno  reflejaron mi rostro. Mire detenidamente al chico frente a mi, tenía una exquisita y perfecta piel morena, alto  tal vez  de un 1,90 y 1,92 cabello oscuro  con distintivos destellos azulados y con una contextura corporal algo envidiable.

-Fíjate por donde caminas, idiota - dijo con voz fría y profunda  su ceño estaba fruncido en una clara mueca de molestia.

- El único idiota aqui, eres tu. No fui el único que chocó, pudiste a verme evitado - la molestia era claramente impresa en mi rostro, quería evitar problemas y  pasar el año escolar en tranquilidad y calma, pero eso no significaría que me dejaría pisotear o humillar, era extraño que cuando había decidido mantenerme alejado de los problemas, estos decidían venir a buscarme.

El chico me miró, de alguna forma controlando su mueca de molestia y la indiferencia tomando su lugar.  Enderezando aún más su espalda  dió cortos pasos hacia mi, tal vez en otra persona tal método de.intimidacion funcionaria pero no en mi, yo había peleado y derrotado a tipos más fuertes que el.

- Escucha bien, niño.- una sonrisa ladeada, que estaba llena de cinismo se dibujo en sus labios. -  No vuelvas a hablarme, ni a tocarme, no tengo intenciones de soportar a un estúpido muerto de hambre así que será mejor que te mantengas lejos si no quieres terminal mal.-  sin volver a darme una segunda mirada paso por mi lado y continuo su camino. Un poco más atrás de él  vi como una hermosa chica de cabellos rosas y ojos del mismo color lo seguía.

Las personas a mi alrededor me miraban burlándose, apreté mis manos en puños aguantando las ganas de romperle la cara al mal nacido ese pude escuchar,  los susurros a mi alrededor.

-por cierto.- me detuve en el momento en que su voz volvió a escucharse, mirando sobre mi hombro, me percate de que el hacía lo mismo.- no permanecerás  mucho tiempo  aquí.- y con eso retomó su camino.

MALDITO....

Dangerous Game(peligroso juego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora