Dangerous Game(peligroso juego)

capitulo 8

El sonido de agua era inconfundible, suaves suspiros brotaban de su unión, no era difícil ver cómo una lengua rosa y larga saqueaba las profundidades de la boca masculina, la agresividad oculta en cada empuje.

-Pa..Para- la voz quebrantada debido a la debilidad inesperada.

-Callate.- Kagami nunca en su vida había sentido sensaciones tan placenteras, había follado a muchas mujeres en sus cortos 18 años desde que tuvo su primera erección, había experimentado y lo había disfrutado pero esto, esto provocaba sensaciones confusas y desconocidas.

En el momento en que el cuerpo contrario se cernió sobre el fue inevitable sentir el roce de su entrepierna contra su muslo

No comprendía cómo, como su polla podía reaccionar ante un cuerpo igual al de el.

-Tocala- la mano oscura contrastaba fuertemente contra la palidez del contrario, era algo erótico ver cómo su mano era guida hacia la polla del moreno.

-que mierda, no lo haré - intente separarme en el momento en que roce con mis dedos el bulto del hombre- suéltame, Aomine-

-soltarte- su rostro acaricio mi mejilla hasta bajar y adentrarse en mi cuello- se supone que eres el peleador, por qué no me obligas hacerlo.

Ante aquellas palabras mi boca no pudo decir nada. Es cierto, se supone que soy más fuerte ¿Entonces por qué no lo había alejado todavía?

-es por qué no quieres.- el moreno apretó con más fuerza su agarre  en mi mano - por qué tú también lo deseas. - su lengua recorrió mi cuello hasta llegar a mi oreja- e incluso si no es tu deseo...eres mi perro ¿Recuerdas ? No tienes derecho a negarte.

-Maldi...Ah - me fue imposible no gemir, el moreno había mordido mi cuello mientras con su mano acariciaba mi bulto.

-Se un buen perro y obedece.-su otra mano la cual aún sujetaba la mía me forzó a tomarlo igual.

-tu..- pude sentir como sonrió levemente antes de exhalar un prolongado suspiro

-Eso se siente bien, Kagami.- el había cerrado los ojos y si boca comenzó susurrar suaves gemidos, el había marcado un ritmo estable entre los dos no supe que fue, si su penetrante mirada o si su lengua perforando mi garganta, sucedió que la lujuria ganó sobre la razón.

En qué momento mi cinturón fue desabrochado, en que momento su mano hizo contacto directo con mi polla, en que momento su boca comenzó a chupar mis pezones... Yo no lo recordaba, solo sabía que quería más, más...mucho más.

Ah..Aooo- mi mirada se había nublado hace tiempo y solo quedaban las sensaciones que sentia mi cuerpo.

Un sonoro gemido salió de mis labios cuando el moreno uso su dedo pulgar para presionar mi urea el presemen  ya hace tiempo que había cubierto  nuestras pollas como una manta cálida y pegajosa.

- ¿Te... Gusta, cierto? - su voz entrecortada y ronca provocó un escalofrío en mi. - me encanta que lo disfrutes Ah... Cómo la puta que eres-

La ilusión se rompió.

-A la mierda.- el golpe fue certero y había impactado  en su mejilla- pudrete, no se que esperas lograr con todo esto pero no soy, ni seré y tampoco dejare que me trates de puta, maldito idiota.

Esa palabra era molesta, la detestaba. Tan rápido como pude comencé arreglar mis pantalones, mi polla extrañamente aún seguía dura, fue por qué no estaba prestando atención que Aomine pudo hacer tal movimiento.

Solo reaccione cuando el moreno ya me tenía acorralado nuevamente contra la pared esta vez mi mejilla ardía ante el roce contra el contrato y mis manos habían quedado aprisionada contra mi espalda.