Capítulo I

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Maldita oscuridad que me atormenta, no me deja vivir en paz, siento como aquella maldad recorre mi cuerpo y se une con mis entrañas, puedo oír las voces dentro de mí, como aquellas pisadas se transforman en sombras..

He recorrido cada día los pasillos repletos de multitudes llamada "Gente" no me acostumbro a ese vacío. He vivido sola, sin ninguna compañía, sin familia, tengo el deseo de solo observar, sin importar los pocos minutos que sean. Quiero sentir lo que todos sienten solo una vez.

No siento latidos dentro de mí, creo que jamás los tuve ¿Qué es vivir? Que pena no saberlo, ni menos sentirlo. Mi piel no tiene color, mi cuerpo no tiene forma ¡Maldita sea! Que persona no tiene alma, y mucho menos corazón, solo tengo ilusiones falsas, solo me he engañado a mí misma.

Quiero saber si tuve una vida pasada, si este sentimiento de agonía y odio siempre estuvo ahí, no tengo recuerdos, solo camino detrás de la luz, me aterra la oscuridad, el miedo a desaparecer me rodea, huir como cobarde eso es lo que siempre hago, solo huir y esconderme.

Los días pasan, avanzan, estoy huyendo ¿Por qué? La soledad se incrementa, el camino no tiene fin ¿Qué tontería está sucediendo? Aun siento ese vacío, pero mis manos están cálidas, jamás sentí algo similar, pero mi cuerpo, mis ojos, no tienen vida.

¡No soy feliz así! Aun no lo comprendo del todo, no sé lo que me arrastra a esa maldad que me rodea, tengo ansias de venganza, me odio a mí misma.

Estoy escapando de mi... siento temor en mis dedos, dolor en mi pecho, las heridas se están abriendo ¿Por qué? No recuerdo, aun tengo la esperanza de que en un momento llegue a tener una vida.

Quisiera recordar, ser una persona normal, no quieroesconderme detrás de las sombras, ni los rincones. ¡Maldigo mi vida! Que vida,quizás no existo, solo soy la sombra que se forma con la luz y que me une a la oscuridad, solo eso, nada más.


- Sal de mi mente, odio tu crueldad, tu pensamiento, el dolor que causas a mi cuerpo, no sé quién soy, por qué existo- me hablo a mí misma, nuevamente compruebo el vacio y la locura-

Otra vez, otra vez vuelvo a ver lo mismo, esa luz que siempre huye de mi, aun no logro recordar, pero esa imagen jamás ha salido de mi mente. Los recuerdos, mi pasado, todo...Me he olvidado de lo que alguna vez quise o solo soñé.

Ha comenzado a llover, lo supe, porque las pequeñas gotas cubrían mi rostro empapado, mirando al cielo me preguntaba a mi misma ¿Por qué aun sigue la lluvia? Frente a mí, estabas tú, protegiendo a una desconocida de una tempestad y una tormenta en la cual temo caer... Sin saber tu nombre, ni mucho menos quien eras, no pude impedir una sonrisa..
En ti pude ver alegría y despreocupación, temo perderme, caminar sin saber a dónde ir, lo olvide todo en ese momento.

Me he confundido por la sonrisa de aquel, confundí esa amabilidad, con esa calidez similar a la de mi mano, sin querer comencé a llorar, demostrando felicidad, la que su rostro me dio a entender..


-¡Estas mojada! Te enfermaras- respondió a mi llanto, aun siento alegría de aquellas palabras.

-No importa, la lluvia es hermosa, sobre todo cuando esta sobre ti- nuevamente sonrió, me observo y huí.. Huí con miedo a dañar su rostro tan alegre, nuevamente me encuentro en un callejón, sin saber donde esconderme.

Lo único que escuche de él fue un –Espera- en ese momento temí que pudiese verme, pero anhelaba que me siguiese..

Aun sentía su aroma, ese mínimo olor que envolvía su ropa, se impregno en mi, sentí un poco de desespero, mis manos estaban frías, lo tibio de ellas ya no estaba..

Vuelvo a pensar en el, pero solo recuerdo aquella tranquilidad y belleza en sus ojos. Cada día a la misma hora, siempre en el mismo lugar, días completos esperando a alguien que no conozco.
Anhelando volver a ver esa sonrisa, la cual me llena de vida, de una vida que antes ignoraba y que ahora comprendo..

El parque se fue llenando de hojas de cerezo, de tantos tonos rosas que cubrían el camino, cada día volvía a ver lo mismo, experimentaba la desesperación de hablarle a alguien, pero solo yo podía ver, y todos los demás estaban sin visión.

Sentí que todo era un sueño, que jamás lo conocí, que nunca sentí mariposas, que jamás sucedió...

Solo él era capaz de ver lo que nadie más podía.

Así pensaba y así pienso, vuelvo a la soledad, a caminar sola por la oscuridad, a creer en mi locura ¿Por qué recuerdo aun esa mirada? Esa sonrisa la cual no era fingida y su voz aun con la lluvia se sentía cálida.

 Volví a soñar pero esta vez soñé despierta, no puedo cerrar mis ojos si lo que veo después de todo no es real, no quería despertar, ni pensar en otra cosa.  




The last sighDonde viven las historias. Descúbrelo ahora