Capitulo II

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Cada segundo que pasa me siento más sola aun, ya no sé si llorar o escapar de todo, mi alegría se basa en el recuerdo de tu sonrisa, de aquella felicidad que jamás se va, hasta los rincones me parecen mejor que este mundo, todo se hace difícil y extenso, mas grande y lejano, cada día el paisaje se hace más sombrío, pero aun el latente sentimiento dentro de mi deja un pequeño rayo de luz...

Ya no quiero seguir, quiero caer en medio del camino, de rendirme ya! pero aun sigues ahí, intacto y alegre como la primera vez...

Aun no comprendo el significado de estos acontecimientos, de no tener idea alguna de la realidad, de lo existente, de aquello que vale la pena, lo difícil, lo importante. Ocasiones de las cuales jamás han presenciado mis ojos.

Veo como los días se agotan, como las hojas cambian su color, simplemente veo como avanza el tiempo. Aun espero el día de que el tiempo, el espacio y tu imagen se detengan... ¡Pero no sucederá!

Paso un tiempo y caminando, como lo que soy "una sombra", me cruce en tu camino o quizás tu lo hiciste en el mío. Esta vez la alegría de aquel chico no era la misma. Estaba solo en un parque en el cual yo solía ir a escuchar las aves, seguí el camino con un mínimo temor, con ese miedo de si me reconocería...

-Tan rápido cambio tu sonrisa?- le dije con mi corazón acelerado.

Observo con una pequeña mirada hacia donde yo me encontraba –Vuelvo a verte, los cambios siempre tienen una razón- dijo con una voz decaída y a la vez dulce, sus ojos estaban débiles, con un color oscuro y frío.

Lo mire fijamente, sin saber cómo responder, después de todo solo soy una simple cosa, y estas no sienten nada.

-¿Quizás estés enamorado?- no lo pensé, solo quería una respuesta para esto, sin embargo su vista se vio más afectada, no pensé que sus sentimientos fuesen frágiles, le cause daño.. Eso no lo sacaba de mi mente.

Se levanto, sonrió y me observo fijamente, y se fue, luego de aquella sonrisa, su rostro volvió a cambiar..lo perdí de vista, pero no deje de buscarlo en la multitud.

En ese momento creí odiarme, no me quitaba la idea de que no lo volvería a ver, solo ese aroma dulce y débil quedo en la briza, pero luego de unos segundos se fue con él.

Me olvide del tiempo, de las horas, del espacio, del mundo a mi alrededor, solo pensé en lo que dije, y mi mirada se congelo, recordó solo ese momento y no pudo reaccionar hasta que ya era de noche.

Cuando volví a mis casillas, creí en la fantasía y en el sueño, solo para negarme la idea de que lo había perdido. Sé que no me pertenecía, que no estaba a mi alcance, pero algo me decía que debía quererle.

Me centre, en nada, en estar nuevamente sola en los rincones más oscuros, más fríos y solos, como una forma de reprocharme y decirme a mí misma que ahí pertenecía.

Todas las posibilidades de buscarle las olvide, creo que fue mejor así, no pensé que esto que sentía fuese importante, deje que mis recuerdos más vagos se fuesen con el viento y con las hojas de otoño, que llegaran a los más alto y se perdieran al caer.

Todos los días, busque, busque algo que necesitaba, algún recuerdo que estuviese perdido en las calles, alguna cosa, una palabra, un lugar, para tener la respuesta que ansiaba..pero no!

¿Qué más podía hacer?

Si las más absurdas y tontas preguntas, nadie me las respondía, aun pidiendo a gritos dentro de mí una respuesta.

Todo se desmorono, aquel animo de saber quién era, de donde venía... me sentí inútil, cobarde, estúpida, tonta, no tenía idea que hacer, ni cómo reaccionar cuando sientes que algo te falta..



The last sighDonde viven las historias. Descúbrelo ahora