Capitulo 4: La desconfianza.

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Una parte de mi creía que era buena idea tener un grupo, pero la otra me decía "¿Por qué aceptaste? Ni siquiera le preguntaste a Sara ¡Acabas de conocerlos!" Y creo que esa parte tenía razón, pero me deje llevar por mi intuición de que eran buenos. En fin, lo hecho, hecho está.

-Carl, ve a dormir un rato- dijo David -¿Puede dormir en el auto? En los asientos de atrás..- me preguntó.

-Si, Sara esta durmiendo en el asiento delantero- respondí.

-No tengo sueño- reclamó el muchacho.

-Sé que estas cansado, hace mucho que no duermes- lo regaño su padre.

Carl bufó y se fue al auto. A decir verdad, yo también tenía sueño pero no pensaba irme a dormir y dejar a David solo, podrían matarnos o algo así. Okey, soy demasiado paranoica.

-Sé que no vas a dormir porque temes que les hagamos algo- comentó David -pero no les haremos daño.

-No les tengo miedo- aclaré. Tenia que verme fuerte aunque eso no fuera muy amable.

-Lo sé y no debes tenerlo- dijo mirándome fijamente.

Un grito proveniente del auto interrumpió  nuestra conversación. Vi como Carl salia del auto de un salto.

Me acerqué corriendo al auto y vi a Sara con cara de pánico y pálida.

-¿Qué te paso?- le pregunté.

-Me desperté y había alguien ahí atrás- dijo señalando los asientos traseros.

Carl había asustado a Sara y el grito de ella lo asustó a él. Mire al chico y solté una pequeña risa ante su cara de susto. Él, en cambio, frunció el seño.

Ayudé a Sara a bajar del auto y fuimos con los demás.

-Sara ellos son David y su hijo Carl, alias "el fantasma que viste en el auto"- dije.

-Muy graciosa- dijo Carl con ironía. Su actitud no me agradaba mucho.

-¿El nene se asusto con el grito?- dije provocándolo y él se fue enojado al auto.

Sara saludó a David y luego le explique todo lo ocurrido. Ella pensó que era buena idea lo del grupo, pero Sara es así, siempre ve el lado positivo de las cosas. Todo lo contrario a mi. Estuvimos sentados los tres un rato hasta que Sara se me acerco.

-¿Podes dejar de ser tan desconfiada e irte a dormir?- susurró.

-Pero estas herida, él podría..- me miro con ojos asesinos -Okey, me voy. Pero si nos matan es tu culpa- susurré y me miro mal.

Fui hasta el auto y me acosté en donde antes estaba Sara. Mire hacia atrás y en medio de toda la oscuridad vi unos ojos azules que miraban el techo del auto.

-¿No puedes dormir?- dije intentando socializar.

-No te incumbe- contestó sin mirarme. Touché.

Bufé y me gire hacia el otro lado. Idiota. Deje de lado el tema del estúpido chico desagradable y me puse a pensar en el grupo ¿Debía dejar mi desconfianza de lado?¿O debía estar atenta a sus movimientos? Pensando en eso , me dormí.

***

Desperté y salí del auto. Vi a Carl, David y Sara comiendo carne seca. Me acerqué y los salude.

-Te estábamos esperando- dijo David -fui a dar unas vueltas y vi que por allá hay dos caminos. Nos dividiremos en dos grupos y veremos que encontramos. Pero primero, come- me tendió una caja con 3 tiras de carne.

-Puedo comer en el camino- dije tomando la caja y mordiendo un pedazo de carne.

-Esta bien, nos dividimos. Yo voy con David y tu con Carl- dijo Sara con una sonrisa.

Escupí la carne que tenía en la boca y la miré ¿Por qué ella iría con David y yo con Carl?¿Por qué ella no venia conmigo y David con su hijo?¿Fue idea de ellos?

-¿Por qué vas con él?- pregunté.

-Porque ella esta herida y yo soy el mayor, creo que va a estar más segura conmigo- hablo David.

¿Más segura con él? Yo puedo cuidarla perfectamente ¿Cómo sé que no va a matarla o algo parecido?¿Cómo se que no es un plan para separarnos? Yo puedo contra Carl pero Sara esta herida y David es mas grande.

-Yo fui la que decidió esto, Azul- dijo Sara -No te crees una película- parecía que me leía los pensamientos. Sí que me conoce.

-Pf, como quieras- dije y empecé a caminar con Carl detrás mio.

-Cuando terminen nos vemos aquí- dijo David pero lo ignore y seguí caminando.

Después de unos minutos salimos a una especie de calle con unas cinco casas. Entramos en la primera y tire la caja de carne vacía.

-Yo reviso arriba- dije.

-No, yo reviso arriba y tu abajo- dijo él.

-Tu no me dices que hacer, y dije que voy arriba.

-Y yo dije que yo arriba.

-Mira lindo, yo voy a arriba y no se habla mas, okey?

-Lindo? - preguntó.

-Es una forma de decir, genio.

Y antes de que me siga discutiendo subí a toda prisa y me encontré con dos habitaciones y un baño.

La primera habitación era color lila y tenia una pequeña cama llena de osos de peluche. Pensé en llevarme alguno pero debía buscar cosas mas útiles. Seguí buscando y encontré una pequeña mochila con ropa de niña, una botella de agua y una caja de galletas con forma de animales, sonreí ante eso y los tome.

La segunda habitación tenia una cama matrimonial y paredes color baige. Revise todo pero lo único que encontré fue un sobre con dinero debajo del colchón y eso, en estos tiempos, es totalmente inútil.

En el baño conseguí vendas y algunas pastillas aunque no sabia de que eran exactamente. Cuando finalicé volví a bajar las escaleras.

-¿Carl?- pregunté pero no contestó.

Caminé por un pasillo al lado de la escalera y me di cuenta que abajo de esta había una puerta. Era una habitación pequeña y me recordaba a la habitación de Harry Potter, ojala tuviera esos libros ahora. La revisé y encontré un cómic de Batman. Cuando salí me choque con Carl parado en la pequeña puerta.

-¿Donde estabas?- pregunté.

-Buscando cosas útiles, no juguetes- dijo mirando el cómic en mi mano.

-Lo encontré y me pareció.. divertido.

-¡Uy que madura!

-Cállate

-Obligame

-Idiota

-Tonta

-Estúpido

-Inútil

-Imbe...- alguien abrió la puerta de la casa. Carl me tomó del brazo y me metió en la pequeña habitación. Cerró la puerta y me hizo señal de silencio pero lo ignore y salí a enfrentar la situación.

Llegué a la puerta y vi a dos personas. Una chica chica rubia con ojos verdes, llevaba puesta una trenza de costado, que me recordaba a Katniss Everdeen, y tenia una ballesta en su mano. Era muy bonita y a su lado había un hombre de color con pequeñas trenzas en toda su cabeza y un hacha en su mano.

-Tranquila niña, baja el arco- dijo la rubia apuntándome con su ballesta.

-¿Taylor?- dijo Carl que ahora se encontraba detrás mio.

-¿Carl?- dijo el hombre del hacha.

-¡Patrick!- grito Carl con una sonrisa. Era la primera vez que lo veía sonreír y se veía lindo -¡Taylor!

El castaño corrió hacia ellos y los abrazo. Ellos no tardaron en devolverle el gesto.

***

Gracias por leer, con amor, Azul

19/01/16

Nunca Te RindasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora