Hoy tengo cinco años. Anoche cuando me fui a dormir al armario tenía cuatro, pero al despertarme en la cama, aún oscuro, ya habia cumplido cinco, abracadabra. Antes de eso tenía tres, luego dos, luego uno y luego cero.
- Y antes, ¿tuve años de menos?
- ¿Mmm? ~Mamá se despereza estirando todo el cuerpo
- En el cielo. Si tenía menos uno, menos dos, menos tres...
- No, los números no empezaron hasta que bajaste volando a toda pastilla.
- Y entré por la Claraboya. Estabas muy triste hasta que de repente aparecí en tu barriga.
- Tú lo has dicho ~Mamá se incorpora y se asoma un poco de la cama para encender la lámpara, que lo baña todo de luz, zassssssss.
Cierro los ojos justo a tiempo, y luego abro uno sólo, una rendija, y después los abro los dos.
- Lloré hasta que no me quedaron lágrimas ~dice~. Pasaba el tiempo tumbada, contando los segundos.
- ¿Cuántos segundos? ~pregunto.
- Millones y millones.
- No, pero ¿cuantos exactamente?
- Perdí la cuenta ~dice mamá.
- Y entonces deseaste con todas tus fuerzas que te creciera un huevo, hasta que te pusiste gorda.
- Sentía tus pataditas.
- Pues a mí, claro ~esa parte siempre me daba risa~.
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La Habitación
Science FictionPara Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nacio, donde come, juega y aprende. Por la noche, Mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el Viejo Nick... Para su madre, la habitación es el cubículo donde...