Capítulo Cuarenta y Cuatro

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Narra ______:

Me desperté gracias al sonido del despertador. Casi no había dormido, hoy era el día de la boda y estaba muy nerviosa.

Me paré y voltee hacia Tiffany, ya que me había quedado a dormir en su casa, ella aún estaba dormida. Decidí no despertarla y meterme a bañar. Me puse solamente unos pantalones deportivos y una blusa sin chiste, ya que todo el día me estarían arreglando para la boda, que empresaria a las siete de la noche.

Regrese y Tiffany ya se había despertado, estaba hablando con alguien por teléfono y lo único que hacia era sonreír y asentir.

-Si señor. -Decía. -Yo lo llamo cuando vayamos llegando. Gracias. -Se despidió y acabo la llamada. Después me volteo a ver con emoción y dijo:
-Era lo de tu vestido, que vayamos lo antes posible. -Suspiró emocionada.
-Genial, yo ya estoy lista, sólo faltas tu.
-Si, ya voy. -Respondió, sacó su ropa y se metió a bañar.

Primero que nada, me probarían el vestido, lo ajustarían y lo tendrían listo para un poco antes de que la boda empezara. Después iría a que me peinarán, a Tiffany también la iban a peinar ahí. Luego comeríamos, luego me maquillarían y luego me podría el vestido. Tantas cosas que hacer en tan poco tiempo. Hoy me arreglarían, me casaría y más tarde, me iría de luna de miel.

Harry y yo compramos hace mucho tiempo los boletos para la luna de miel. Iríamos a Hawaii. Yo estaba más que emocionada por eso ya que nunca había ido a Hawaii y Harry tampoco. Estaríamos ahí diez días y después regresaríamos a nuestro hogar. Dejaríamos a Esmeralda unos días con Gemma, otros con los papas de Harry y otros con mis papas, así que por eso no íbamos tanto tiempo. La extrañaremos bastante.

Tiffany se término de arreglar, desayunamos rápido y nos dirigimos a la prueba final del vestido.

Llegamos rápidamente, ya que estaba cerca de la casa de Tiffany. Los empleados y empleadas ya me conocían, así que todos me saludaban y me felicitaban con mucho gusto. Pasé al probador y ahí tenían mi vestido, reluciente como siempre. La diseñadora se acercó a mi y me dio un abrazo.

-Felicidades _______, vas a ver que te verás hermosa. -Suspiró.
-Gracias, por todo, enserio. -Respondí.
-No hay de que linda.

Me pusieron el vestido y me quedaba casi perfecto, sólo faltaba que le lo ajustaran en la espalda y ya, pero sólo era un pequeño detalle que no se notaba para nada. El velo también me lo probaron pero bueno, ese si me quedaba perfecto. Era hermoso, era blanco, se ajustaba en la cabeza con unos pequeños bordados que eran los mismos del vestido y abajo caía con tela algo transparente, no era muy largo, llegaba como a la mitad de mi espalda. Era precioso, al igual que el vestido. Ya quería ver la cada de Harry cuando lo viera.

Después nos dirigimos a que nos peinaran. A Tiffany le hicieron un hermoso peinado, arriba su cabello se agarraba con unas trenzas y después iba cayendo. A mi me hicieron un chongo con dos trenzas francesas de cada lado de la cabeza, dejando caer algunos cabellos para dar un aspecto natural, después me pusieron un broche con brillantes blancos, que iría agarrado al velo.

Comimos rápidamente en un Subway que estaba cerca y después fuimos a que me maquillarán y a Tiffany también.

Cuando acabamos, yo regrese por mi vestido y Tiffany iría por el suyo. Ella sería una de mis damas de honor, junto con América, Gemma y algunas primar y tías. Llevarían un vestido color menta, era strapless, en la parte de arriba se ajustaba y era pegado, en la parte de abajo se dejaba caer hasta arrastrarse un poco, obviamente con los tacones subiría.

Me pusieron el vestido, el velo y ya estaba lista. En pocas horas sería mi boda. Era hora de irme a la iglesia, donde se llevaría a cabo la boda, ahí también nos casarían civilmente. Mi estómago dolía y yo estaba que temblaba, pero de la felicidad.

Recuerdos -Se olvidó de mí [Segunda Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora