Capítulo 5

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Cuando desperté miré hacia la ventana casi por impulso. Presentía que alguien me miraba, algo raro ya que la ventana estaba algo retirada del suelo al estar en la segunda planta, aun así miré para asegurarme de ello. 

Bajé a la parte de abajo y vi que no había nadie en la casa. Tocaron a la puerta y al abrir me encontré con un hombre que vestía con ropa oscura, me miró fijamente por un instante.

  -¿Estás sola cielo?

  -Sí – le miré algo extrañada – ¿quiere algo señor?

  -Solo quería saber si estabas sola – quiso entrar pero en ese momento llegó el cartero y el hombre se marchó sin más.

Entré dentro cerrando la puerta tras de mí y echando la llave. Tengo que reconocer que pasé algo de miedo cuando esto ocurrió. Subí a mi habitación y volví a escuchar la puerta, pero esta vez no bajé a abrir, tenía miedo de que fuese ese hombre otra vez, así que opté por no hacer mucho ruido y esperar a que se marchase. La puerta siguió sonando esta vez con unos golpes más sonoros, estaba bastante asustada y en ese momento solo se me ocurrió el coger algo afilado. Cogí un antiguo puñal que guardaba en una pequeña caja de plata, un regalo de un familiar. La agarré con fuerza y bajé las escaleras sin hacer mucho ruido. Esta vez los golpes fueron mucho más fuertes, como si los diesen con furia.

  -¿Quién eres? ¿Qué quieres? - Dije fuerte algo nerviosa para que me escuchase.

  -Abre la puerta y lo sabrás .. - dejó por un momento de forcejear – abre la puerta o entraré por la fuerza.

  -Vete de aquí o .. - buscaba algo que decir,algo que sonara a una amenaza – llamaré a la policía si no te marchas de aquí.   

 Se sintieron algunas carcajadas desde el otro lado de la puerta – la policía tardará en venir preciosa y yo puedo hacer lo que quiero antes de que ellos estén aquí.

  - Por favor .. - tragué saliva y miré hacia la puerta agarrando con fuerza el puñal – déjame tranquila.

Los golpes cesaron y todo se quedó en absoluto silencio, no sabía si alegrarme o asustarme aun más, pero no bajé la guardia por si acaso. Me dí la vuelta para subir las escaleras y escuché como el cerrojo de la puerta se abría cuando había dado algunos pasos. Subí corriendo la escalera sin hacer ruido y entré en mi habitación cerrando la puerta con el pestillo. Tenía la respiración acelerada y las manos me temblaban como para seguir agarrando el puñal con fuerza. Sentía como los pasos se acercaban hacía mi habitación, se detuvieron justo delante de la puerta y tocó esta con los nudillos.  

  -¿Alison? - se escuchó la voz de mi tío – Alison, ¿estás bien?

  -¿Peter eres tú? - miré la puerta con el puñal aun en la mano.

  -¿Quién si no?

Me levanté del suelo dejando caer el puñal y abrí la puerta abrazando fuerte a mi tío. Él se sorprendió bastante ya que eso le parecía demasiado raro. Pero correspondió mi abrazo cuando me escuchó llorar, lo que le pareció aun más raro. Me acarició la cabeza sin decir nada, seguramente esperaba a que me calmase un poco para poder preguntarme que me había pasado. Estuve bastante tiempo así y mi tío ya empezaba a preocuparse. Me soltó de golpe y se adentró en la habitación cogiendo el puñal del suelo. Me miró muy serio.

  -Jovencita, vas a tener que explicar que es lo que ha pasado aquí.

Miré a mi tío aun con lágrimas en los ojos – no se que estarás pensando, pero déjame que te explique.

  -No, se acabaron estas tonterías. Deberías de ver que es lo que pasa,  - cogió lacajita de plata y guardó el puñal dentro - yo no hago más que preocuparme por ti y tú mira como me lo agradeces. ¿Crees que a mi no me duele todo lo que ha pasado? - me miró con los ojos llenos de lágrimas – no deberías ser así.

  -Pero .. - le miré confusa – déjame que te explique.

  -Ni pero ni nada. Con esto es suficiente – me enseñó la caja y se la llevó cerrando la puerta tras de sí de un portazo.    

No podía creer lo que mi tío acababa de hacer y mucho menos lo que parecía que se le había pasado por la cabeza. Me senté en la cama rodeando mis piernas con los brazos con la frente apoyada en las rodillas mientras lloraba. No bajé ni a comer ni a merendar, estuve casi todo el día arriba. Estuve viendo algunas fotos de cuando era pequeña y mirando cajas en las que había viejos recuerdos. Escuché algunos de mis discos recordando viejos tiempos.  

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Hola hola :)  Vengo a dejaros un nuevo capítulo y a daros las gracias por leer y prestarme un poco de vuestro tiempo. Deciros que me agrada mucho recibir vuestros comentarios y votos en cada capítulo. Un abrazo muy fuerte y muchos besos. ♥

No será solo un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora